Por Héctor Loya/GRAND RAPIDS, MI
Recientemente ha estallado un escándalo a nivel nacional en una fábrica de Grand Rapids en la cual se ha descubierto que trabajan migrantes menores de edad bajo un nuevo sistema de explotación según lo afirmó el medio de comunicación New York Times.
Hannah Dreier escribió un artículo del New York Times que afirma que Forge Industrial Staffing contrató a niños para trabajar en la fábrica de Hearthside Foods en Grand Rapids.
Dreier sigue a algunos de los muchos trabajadores menores de edad que trabajan en el turno de noche fabricando cosas como Cheerios y Flaming Hot Cheetos.
Según testimonios de migrantes para el periódico citado la fábrica estaba llena de trabajadores menores de edad que habían cruzado solos la frontera sur y que ahora pasaban las últimas horas del día inclinados sobre máquinas peligrosas, en violación de las leyes de trabajo infantil.
Al igual el medio de comunicación afirma que en plantas cercanas, otros niños atendían hornos gigantes que fabrican barritas de cereales Chewy y Nature Valley y empaquetaban bolsas de Lucky Charms y Cheetos.
Todos trabajaban para Hearthside Food Solutions, una empresa gigantesca que envía estos productos a todo el país y que se encuentra en la ciudad de Grand Rapids, MI.
Estos trabajadores forman parte de una nueva economía de explotación: los niños migrantes, que llegan a Estados Unidos sin sus padres en cifras récord, están trabajando en algunos de los oficios más duros del país, según lo afirma una investigación de The New York Times.
Procedentes en su mayoría de Centroamérica, los niños se han visto obligados a desempeñarse en esos oficios debido a la desesperación económica agravada por la pandemia. Esta mano de obra ha crecido lentamente durante casi una década, pero se disparó desde 2021, al tiempo que los sistemas implementados para la protección de menores han comenzado a fallar.
Varios medios de comunicación califican estos menores de edad como niños que están lejos de casa y que muchos de estos niños están sometidos a una intensa presión para ganar dinero. Envían sumas en efectivo a sus familias, y a menudo están endeudados con sus patrocinadores por los pagos que deben hacerles a los coyotes, el alquiler y los gastos de manutención.
Al respecto el Departamento de Trabajo y Oportunidades Económicas de Michigan, dio la siguiente declaración:
“El departamento toma en serio las acusaciones planteadas en el informe. Estamos trabajando en estrecha colaboración con los socios estatales y federales apropiados y hemos iniciado una investigación para garantizar que estas 4 organizaciones de Michigan cumplan con las leyes estatales y que los niños estén protegidos. Si los residentes de Michigan creen que hay violaciones a las leyes estatales de horas y salarios, se les anima a presentar una queja comunicándose con nuestra División de Horas y Salarios al 855-464-9243 (4MI-WAGE) o [email protected]”.
También varios representantes estatales y federales han dado su punto de vista y exigen al congreso leyes más estrictas para evitar que esto siga pasando.
“Necesitamos sanciones estrictas por estas violaciones, justicia para estos niños y una reforma migratoria integral para eliminar las sombras que permiten que suceda este tipo de explotación. Ya hablé con la Casa Blanca sobre cómo abordar de inmediato esta horrible crisis. Mi oficina está en contacto con el Departamento de Trabajo para encontrar formas de combatir la explotación infantil documentada en el artículo del New York Times” dijo la congresista Scholten condenando el uso de trabajo infantil migrante en el oeste de Michigan.
Al cierre de esta edición no se cuenta con la declaración ni de la empresa que contrató a los migrantes ni de la fábrica en la que se descubrió que trabajaban.