El Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas subió de manera escalonada la alerta del nivel 1 al 4 en una escala de 5 después de que se intensificara a lo largo del día la actividad en el cráter y se generara una erupción de humo de un kilómetro de altura.
Las autoridades pusieron en marcha la evacuación de los municipios de San Nicolás, Balete y Talisay, cercanos al volcán situado a 65 kilómetros al sur de Manila, informó a la agencia de noticias EFE el portavoz del Consejo Nacional de Reducción de Riesgo de Desastres, Mark Timbal.
Según datos de 2017, la población de estos tres municipios se situaría entre los 6,000 y los 10,000 habitantes.
Personal de la Cruz Rojo de Filipinas se desplazó a la zona para ayudar con las labores de evacuación.
Por su parte, el aeropuerto Internacional Ninoy Aquino de Manila, situado al sur de la capital, anunció a las 6:27 pm hora local la suspensión de todos sus vuelos, tanto llegadas como salidas, debido a la erupción del volcán, de cuyo cráter sale una enorme columna de humo y ceniza.
La ceniza expulsada ha llegado a todos los barrios de Manila, que se encuentra a más de 60 kilómetros del volcán.
El Departamento de Salud advirtió de que la exposición a la ceniza puede causar problemas de salud, por lo que recomendó que los habitantes de las zonas afectadas eviten estar al aire libre y si lo hacen que usen mascarillas y gafas.
El volcán, que mató a 1,300 personas en 1911 y a 200 en 1965, forma parte de una cadena volcánica que se extiende por la región occidental de la isla de Luzón.