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Muerte de inmigrantes en camión en EEUU desata indignación contra traficantes

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San Antonio (TX), 23 jul (ELINFORMADORUSA/EFEUSA).- Autoridades migratorias y políticos manifestaron hoy su pesar por la muerte de diez inmigrantes, dos de ellos menores, que estaban encerrados en un camión de carga en San Antonio (Texas, EE.UU.) y exigieron castigo para los traficantes de personas responsables de la tragedia.
Thomas Homan, director interino de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), catalogó el suceso como un «acto atroz» liderado por una red de tráfico de personas sin escrúpulos, a la que «no le importa la vida de las personas con las que comercia».
Homan señaló que esa dependencia se encargará de las investigaciones en este caso por tratarse de contrabando de personas, que constituye un delito federal.
El conductor del camión, identificado como James Bradley, es por ahora el único detenido y puede llegar a ser acusado de cargos penales tanto estatales como federales.
El camión estaba en el estacionamiento de un gran almacén, uno de cuyos empleados fue quien alertó a la policía en horas de la madrugada del domingo.


La policía llegó y se encontró con que en la parte de la carga había unas 38 personas, de las cuales ocho estaban ya muertas aparentemente por asfixia o un golpe de calor, pues no funcionaba el aire acondicionado.
Los termómetros marcaron una máxima de 37,7 grados centígrados a las seis de la tarde de este sábado en San Antonio.
Las otras 30 personas fueron llevadas a hospitales de la zona, donde dos de ellas murieron más tarde, según confirmó a Efe Nina Pruneda, portavoz de la oficina de ICE en San Antonio, ciudad a unos 240 kilómetros de la frontera con México.
Diecisiete fueron trasladadas en helicópteros a dos centros de salud en «estado crítico o muy grave» y las restantes fueron llevadas a cinco hospitales de la zona, según informó la policía.
Al menos 30 unidades de bomberos y paramédicos, así como agentes policiales y helicópteros, acudieron al lugar para auxiliar a los inmigrantes cuyas nacionalidades aún se desconocen.
El congresista demócrata por Texas Joaquín Castro manifestó a través de un comunicado su pesar e hizo extensas sus condolencias con los familiares de las víctimas de lo que calificó como «una tragedia que pudo evitarse».
Castro hizo un llamado también para que «juzguen y castiguen a los traficantes de personas con todo el peso de la ley».
Richard Durbin Jr., fiscal federal de la Corte del Distrito Oeste en Texas, afirmó que la muerte de los inmigrantes fue un «crimen cometido por personas despiadadas, indiferentes al bienestar de la frágil carga que transportaban».
Dos de los fallecidos tenían unos 15 años y el resto de los ocupantes del camión, entre 20 y 30 años, según la policía.
La causa exacta de las muertes será determinada por la Oficina del Médico Forense del condado Bexar.
Medios locales de San Antonio indicaron que las cámaras de seguridad del estacionamiento grabaron a varios vehículos que se acercaron al camión y se llevaron a personas, lo que apunta a que hubo más personas que hicieron el viaje dentro del vehículo.
Según datos proporcionados por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, en el año 2016 hubo un total de 2.110 investigaciones relacionadas con el tráfico de personas que conllevaron a la presentación de 1.522 acusaciones penales.
La misma fuente señaló que se efectuaron 2.734 arrestos y más de 3.000 detenciones administrativas relacionadas con casos de trata de personas en el año fiscal 2016.
Recientemente la Patrulla Fronteriza en la zona de Laredo (Texas) anunció un incremento en los intentos por infiltrar inmigrantes indocumentados al país provenientes de México en camiones de carga, como el caso de 44 personas de México y Guatemala que fueron detenidas el pasado 19 de junio.
La misma suerte tuvieron 72 indocumentados procedentes de México, Guatemala, El Salvador y Ecuador el 7 de julio de este año.
La peor tragedia de este tipo ocurrió en 2003 con la muerte por asfixia de 19 inmigrantes encerrados en un remolque abandonado en Victoria (Texas), entre ellos un bebé.
Las autoridades condenaron al chófer del vehículo, Tyrone Williams, a 35 años de cárcel sin libertad condicional. En ese camión iban un total de 55 personas.

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