Por Joel Morales/WYOMING, MI
Aproximadamente unos 100 niños del Oeste de Michigan, de entre 3 a 18 años que viven dentro de los códigos postales 49508 y 49548, pronto recibirán camas nuevas gracias a la generosidad y obra de amor de 40 empleados de Amway, ingenieros que durante cuatro horas el jueves 23 de mayo, se la pasaron construyendo lechos para familias necesitadas.
La actividad que fue hecha posible por un esfuerzo entre The Dock, una organización sin fines de lucro ubicada en el 4669 de la avenida S. Division en la ciudad de Wyoming, la entidad nacional Sleep in Heavenly Peace (Duerme en Paz Celestial) y Amway.
Durante el evento, los voluntarios quienes fueron divididos en carriles de tareas específicas, construían barandillas laterales y de seguridad con madera de pino blanco, otros perforaban los agujeros que acomodarán los tornillos para unir las cabeceras, y todavía otros lijaban y cortaban madera a medida para construir las bases de cama que mantendrán los colchones.
«Duerme en Paz Celestial construye camas individuales y se las da a niños que están durmiendo sobre el suelo», dijo Craig Van Hill, director de The Dock y un programa que realiza después de la escuela para estudiantes en entrevista con El Informador. «También les compramos un colchón, sábanas y una almohada, para que tengan una buena cama donde dormir», agregó.
Hill resaltó que los ingenieros regalaron su tiempo (4 horas) al proyecto para construir 40 camas, que todos son personas voluntarias y que nadie recibió pago por el trabajo realizado. Añadió que el sábado 8 de junio, se estará llevando a cabo otra actividad que estará abierta para cualquier persona que quisiera ayudar a construir otras 60 camas, de 9AM a 1PM.
El director compartió que una alumna de secundaria y partícipe de las actividades extracurriculares en The Dock, le había dicho en plática, que unos compañeros de clase habían mencionado que no les alcanzaba el dinero a sus familias para poder comprarles una cama.
«Luego me preguntó si los podía ayudar, a lo que le respondí que por supuesto que los quería ayudar», dijo Van Hill. «Pero me di cuenta de que no podía hacerlo solo», agregó.
Manifestó que alguien luego le habló de la organización Duerme en Paz Celestial y a lo que se dedicaba, que fue cuando se comunicó con ella para averiguar cómo podía ayudar.
«Tomé parte en un taller de entrenamiento para convertirme en un presidente de división de la organización y para poder comenzar esto», dijo Van Hill, parado frente a los voluntarios quienes se encontraban muy enfocados construyendo las camas.
En la página Web de Duerme en Paz Celestial en www.shpbeds.org, la organización dice que cree plenamente que una cama es una necesidad básica para el apoyo físico, emocional y mental adecuado que necesita un niño. También, que todo niño merece un lugar seguro y cómodo donde descansar, y que dormir en el suelo puede afectar su felicidad y salud.
El lema de la misma es: «En nuestra ciudad ningún niño duerme en el suelo». Desde el año 2012, la organización ha ayudado a muchas familias.
«Es increíble ver personas que quieran tomar tiempo de su día para ayudar a alguien que ni siquiera conocen. Los voluntarios nunca verán a los niños por quienes construyen las camas, pero simplemente ver este amor y verlos trabajando juntos, quienes antes no se conocían es algo emocionante para mí», también dijo Van Hill. «Hoy vimos a estos voluntarios y empleados de Amway hacer algo que nunca hubieran hecho antes», agregó, añadiendo que todos somos seres humanos y que todos nos necesitamos los unos a los otros.
Eddie Yash, de Los Ángeles, California, de padres oriundos de Guatemala y El Salvador y uno de los voluntarios, dijo que se encontraba en Michigan para asistir a unas reuniones departamentales de Amway, donde trabaja como ingeniero y líder del grupo de mantenimiento en las instalaciones de Buena Park, California.
«Quise estar aquí hoy para ayudar a los niños y a familias necesitadas, y para hacer nuestra parte por la comunidad», resaltó Yash.
De su parte, Emerson Pavin, un ingeniero electricista, originario de São Paulo, Brasil, quien llevaba puesto una playera con las palabras «Sé el cambio para un mundo mejor», dijo que sintió que había hecho un cambio para un mundo mejor ese día. A la vez, dijo que podía identificarse con esto, porque cuando era niño su familia alquilaba una habitación individual con una cama de matrimonio donde él y sus hermanos dormían.
«Recuerdo que cuando era niño la cama lo era todo para mí», dijo Pavin. «Me siento muy feliz haber participado para una buena causa y me alegro mucho de poder haber ofrecido mi tiempo como voluntario, para poder construir una cama para un niño que no tiene una», agregó.
Al final del evento, el director de The Dock reunió a todos los voluntarios donde les dio las gracias por su tiempo.
«Cuando los niños no tienen cama, sufren dolores de espalda, dolores físicos y no pueden concentrarse en sus estudios. Me he dado cuenta de que una cama significa más de lo que pensaba», dijo Van Hill. «Me alegro poder ser parte de este proceso. Es emocionante ver a los niños tan felices de ir a dormir en su cama nueva y de ayudar a familias pasando apuros», concluyó.
