Abogada Raquel Salas Guzman
En el año 2011, la revista Newsweek designó a Grand Rapids, Michigan, como una de las ciudades que no estaba progresando. Desde entonces, el liderazgo de la ciudad de Grand Rapids ha hecho todo lo posible para que nuestra ciudad sea reconocida a nivel nacional, y ha logrado ser parte de todas las listas que alaban a nuestra ciudad, incluso logrando ser reconocida como una de las mejores ciudades para formar una familia, entre otros grandes reconocimientos.
Sin embargo, Grand Rapids no ha logrado alcanzar altos estándares por ser una ciudad donde los inmigrantes y personas de color puedan vivir sin temor a discriminación y acción de brutalidad policial. En ese aspecto ha sido todo lo contrario. En el año 2015, la revista Forbes nombró a Grand Rapids como una de las peores ciudades para el crecimiento económico de nuestros hermanos afro-americanos. Igualmente, en un estudio que realizó la Liga Urbana en el 2017, encontró que los conductores afro-americanos tienen el doble de probabilidad de ser detenidos por la policía en comparación a las personas blancas, aun cuando la población Afro-Americana es sólo de un 14% en nuestra ciudad.
Casos de brutalidad policial a manos de la policía de Grand Rapids (GRPD) han estado sucediendo desde hace muchos años. Por ejemplo, el caso de Darrius Joseph que fue golpeado por la policía mientras era detenido por violación a su probatoria (2004); el caso de Willie Winters quien fue golpeado por supuestamente resistir el arresto (2005); y el caso del joven James King que fue golpeado por la policía mientras lo arrestaban pensando que era otra persona (2014). Sin embargo, el auge de casos de brutalidad policiaca en contra de personas de color ha surgido más frecuente en los últimos 5 años, empezando por aquel momento en el 2017 en que la policía detuvo y le apuntaron con sus armas a cinco jóvenes afro-americanos. Ese mismo año la policía le apuntó con su arma a una niña afroamericana de apenas 11 años y lo mismo continúo pasando en el 2018.
Estos hechos hicieron que los residentes y activistas de nuestra comunidad hicieran todo lo posible por alertar al GRPD del temor de que una desgracia pudiera suceder debido a la falta de competencia cultural y entrenamiento de control y manejo apropiado del encuentro entre la policía y los ciudadanos. El temor era que, en uno de esos casos, la situación iba a pasar a mayores con la muerte de uno de los residentes de nuestra ciudad a manos de la policía.
Pero todo fue en vano. Los pedidos fueron ignorados. Y ahora ya es muy tarde.
Lamentablemente, este pasado 4 de abril del 2022, Grand Rapids pasó a ser parte de la peor lista: ser una de las ciudades donde un policía mató a una persona afro-americana durante una simple parada de tráfico. Este pasado miércoles, o sea diez días después del incidente, la policía de Grand Rapids (GRPD) publicó los videos que muestran parte de los acontecimientos: el policía se acerca a Patrick Lyoya por supuestamente estar en un vehículo con una placa que le pertenecía a otro vehículo. En el video se muestra a Lyoya saliendo del vehículo e ignorar las instrucciones del policía. Luego vemos a Lyoya tratando de escapar corriendo. El policía lo siguió, lo agarró, se pelearon por unos 90 segundos y el policía terminó encima de Lyoya dándole un disparo en la parte de atrás de la cabeza. Lyoya murió al instante. El video muestra que en un momento Lyoya tomó control de la pistola eléctrica paralizante del policía y que el policía nunca tuvo control de Lyoya.
Lyoya apenas tenía 26 años. Era el padre de dos hijas y era un inmigrante refugiado del Congo. ¡Que ironía! Lyoya saliendo de su país por temor a ser asesinado allí y terminar falleciendo en las manos de un policía en el país que le prometió seguridad. No hay dudas de que el sueño americano de muchos inmigrantes cada día se está convirtiendo en horribles pesadillas.
Eric Winstrom, el jefe de GRPD, informó que el caso aún está siendo investigado y que no se ha determinado si el policía actuó de manera justificada o si violó políticas del GRPD. Chris Becker, fiscal del Condado de Kent, dijo en su comunicado de prensa vía Facebook que cuando reciba toda la información de la investigación, determinará si su oficina presentará cargos criminales al policía. Al momento de escribir este artículo, el nombre del policía no había sido publicado.
Puedo escribir páginas y páginas sobre esta situación. Pero no voy a perder el tiempo hablando de si el uso de fuerza fue justificado o no. Quiero limitar este artículo a hacer un llamado al GRPD y a los líderes de nuestra ciudad para que no se sigan haciendo de la vista gorda y oídos sordos. Lo que sucedió se pudo haber evitado. Un disparo exactamente en la nuca de una persona es un tiro a matar y es difícil justificar que Lyoya hoy este muerto por una simple violación vehicular. La actuación del policía no sólo es atropellante y abusiva, sino también repugnante.
¡Ya basta!
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La abogada Raquel Salas Guzman tiene más de 15 años ayudando a los miembros de nuestra comunidad a pelear sus casos y defender sus derechos. Para obtener más información y programar una consulta gratuita, llámenos a las oficinas de los Abogados de Avanti Law Group al 616-257-6807. Nosotros peleamos por su caso y protegemos sus derechos.