Por Edgar Castro/TRAVERSE CITY, MI
El caso de Bradford Gille, acusado de apuñalar a 11 personas en un Walmart de Traverse City, destaca no solo por la gravedad del ataque, sino también por un tema que sigue siendo una preocupación crítica: la salud mental no tratada y las consecuencias que esta trae en la sociedad.
Gille, de 42 años, compareció ante el tribunal el lunes visiblemente confundido y desorientado, haciendo preguntas incoherentes y mostrando signos evidentes de crisis mental. Este trágico suceso ha reavivado el debate sobre cómo los trastornos mentales, si no se abordan adecuadamente, pueden desembocar en consecuencias devastadoras tanto para quienes los padecen como para quienes los rodean.
Según los registros judiciales a lo largo de los años, Gille ha enfrentado una serie de cargos, muchos de ellos relacionados con problemas de salud mental, como la esquizofrenia paranoide, una condición que, según su madre, ha empeorado debido a la falta de tratamiento adecuado.
Los registros de las autoridades revelaron que, en el año 2016, Gille fue declarado no culpable de delitos graves relacionados con profanación de tumbas debido a su trastorno mental. Sin embargo, aunque recibe medicación, su tendencia a abandonarla, creyendo que no la necesita, es un claro ejemplo de cómo la falta de atención médica continua puede tener consecuencias fatales. La noche anterior al ataque, las autoridades locales intentaron localizarlo tras una orden judicial para detenerlo, pero no lo lograron a tiempo.
Según expertos de la salud mental este incidente pone de manifiesto la necesidad urgente de mejorar el acceso y seguimiento para este tipo de personas. Muchos pacientes, como Gille, no reciben el tratamiento necesario o abandonan su medicación, lo que agrava su condición y aumenta el riesgo de comportamientos peligrosos.
A lo largo de su audiencia, Gille mostró comportamientos incoherentes, incluso acusando a la magistrada de actividades extrañas sin sentido. Actualmente, está bajo custodia con una fianza de $1 millón, y su competencia para ser juzgado será evaluada en una audiencia próxima.
De las 11 víctimas apuñaladas, tres ya fueron dadas de alta, mientras que otros dos pacientes continúan recibiendo atención. La sucursal de Walmart ha reabierto sus puertas, pero el impacto de este ataque sigue resonando en la comunidad. Expertos en la materia subrayan que este trágico ataque muestra que la falta de tratamiento adecuado de los trastornos mentales puede llevar a situaciones extremas.
Por último señalan que el caso de Gille es solo uno de muchos que destacan las fallas en el sistema de salud mental y la necesidad urgente de ofrecer acceso a atención continua, seguimiento y apoyo a quienes sufren de estas condiciones y que la comunidad, junto con las autoridades locales, deben reflexionar sobre cómo crear un entorno más solidario y proactivo en la atención de la salud mental, para que personas como Gille no lleguen a situaciones extremas que terminan afectando a toda la sociedad.
