Por Joel Morales
El Informador
GRAND RAPIDS, MI
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Por los pasados nueve años, Alondra González-Garrido, de 38 años de edad, cuyo nombre de casada es Nancy Isbeth Sánchez y quien es conocida en el sistema judicial como Nancy Isbeth Herrera, evadió la captura por un cargo de fraude hasta el 17 de mayo, cuando integrantes del Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos (U.S. Marshals), apoyados por un policía de Grand Rapids, arrestaron a la mujer en la avenida Grandville SW.
La hispana, quien para propósitos de este artículo llamaremos Nancy Isbeth Herrera, nombre por la cual era buscada y por el cual es conocida en el sistema judicial, apareció en la Corte de Distrito 61 en Grand Rapids el martes, 30 de mayo, para una audiencia de causa probable, donde se decidió que su caso procederá a juicio.
La audiencia citada para las 9 de la mañana no dio inicio hasta poco después de las 11am debido a una confusión que la secretaria de la corte dijo era por el nombre por el cual se encontraba registrada en la cárcel.
Al entrar al salón de corte de la juez Christina Elmore, la exfugitiva Herrera, vestida en pijamas verdes de la Cárcel del Condado de Kent, sus manos y pies entre esposas y una cadena alrededor de su cintura, miró brevemente en dirección de los espectadores en la galería y se vio muy sorprendida al ver las cámaras de El Informador que capturaban su apariencia.
La mujer renunció a su derecho a la audiencia y a una oferta para despedir un cargo en su contra si se declaraba culpable de otro, que su abogado, Kevin Dotson, y Mercedes Delarosa, quien sirvió como su intérprete durante la audiencia le explicaron, mandando su caso a la Corte de Circuito 17.
Herrera enfrenta cargos por fraude arriba de $500 y por falla de informar lo que ocurrió en el 2008. Al momento se encuentra en la Cárcel del Condado de Kent bajo una orden de detención por inmigración.
Previo a la audiencia y mientras se esperaba la apariencia de Herrera, Chris Becker, el fiscal del Condado de Kent, nos dijo que la mujer continuaba recibiendo beneficios del gobierno, razón por la que fue aprendida.
Cuando la juez Elmore le informó que tenía el derecho a la audiencia de causa probable, donde la fiscalía tendría que comprobar que era culpable de los delitos de los cuales se le acusaba, la cual podía rechazar para aceptar la oferta acordada entre el fiscal y su abogado, Herrera dijo, “No sé”.
Dotson y Delarosa luego le explicaran de nuevo en español sus derechos, y ella decidió no aceptar la oferta, mandando su caso a juicio.
El arresto de Herrera, también conocida como Alondra González-Garrido y Nancy Isbeth Sánchez, desató una polémica y miedo en la comunidad hispana al reportarse que el Cuerpo de Alguaciles se encontraba en el vecindario de la avenida Grandville SW, pero fue El Informador que, después de investigar el asunto, pudo aclarar que no estaban en Grand Rapids para arrestar a indocumentados sino solo para arrestarla a ella porque tenían una orden para su arresto.
En cuanto a la cooperación del agente de la ley de Grand Rapids con el Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos, el sargento Terry Dixon, oficial de información pública para el Departamento de Policía de Grand Rapids, nos dijo que la policía puede darle la mano a cualquier agencia federal que lo pida para localizar a un individuo que ha cometido una felonía y para asistir en su arresto, que fue exactamente lo que ocurrió el 17 de mayo.