Por María G. Erazo Luna
Muchas veces nos sentimos emocionados tomando las acciones adecuadas para emprender o realizar un proyecto. Sin embargo, después de unas cuantas semanas o incluso un evento desafortunado, perdemos la iniciativa, emoción y arduo esfuerzo por seguir. Esto es normal y no significa que el hecho de que dudes te haga un fracaso. Sin embargo, es cómo reaccionas ante tal o cómo te recuperas de dicho evento lo que realmente cuenta.
Pero en realidad, ¿qué nos detiene?
Analiza personalmente en las siguientes preguntas:
¿Qué es lo que te causa que pierdas la pasión?
Pregunté esto a diferentes emprendedores que están en el proceso de comenzar y lanzar nuevos proyectos y esto fue lo que me respondieron:
Primeramente, el “no sentirme apoyada por mis seres más cercanos y queridos”. Muchas veces los que están a nuestro alrededor pueden influir grandemente en cómo reaccionamos y pensamos. Cuídate de pensamientos y personas negativas y no dejes que nadie más te diga que no puedes.
Asimismo, les pregunté:
¿Qué otros pensamientos te cruzan que ocasionan que pierdas la pasión?
En su mayoría, ellos respondieron que el temor a no lograr la meta o sentirse como fracasados. Estos temores suceden al momento de emprender en el camino desconocido o no saber qué es lo que aguarda para el futuro. Pero no te preocupes, nadie sabe qué es lo que sucede mañana así que preocúpate por el hoy.
Muchas veces nos emocionamos por la meta, pero realísticamente vemos los “peros” y como no queremos enfrentar el fracaso, entonces jugamos a lo seguro y no tomamos riesgos. No permitas que tus emociones tomen control de tus decisiones y mucho menos cuando estas son en soñar pequeño.
Existe otro tipo de temor, y este es el miedo al éxito. ¿Cómo así? Muchas personas tienen miedo a lo que el éxito implicará en sus vidas. Por ejemplo, al momento de alcanzar un nivel más alto (económico, social, etc.) temen a ser vistos en forma diferente por el resto. Piensan que al lograr esa meta perderán a otros. Muchas veces este temor es inconsciente. Sin embargo, tienes que entender que probablemente esto sucederá pero que debes de pensar en tu vida qué es lo que realmente a TI te importa.
Tanto el fracaso como el éxito impiden que las personas pierdan la pasión ya que están enfocándose más en factores externos que en el valor interno.
¿Qué hago?
Busca un coach o mentor que pueda ayudarte a ver las cosas desde otra perspectiva. Busca a alguien a quien le rindas cuentas o a alguien que puedas consultarle sobre las inquietudes que sabes que enfrentas. Es indispensable que alguien más sepa del progreso de lo que haces o no. El 85% de las personas fracasan porque nunca compartieron esas inquietudes con alguien más. Si no compartes, no habrá nadie que te siga empujando. No dejes que la llama se apague u opaque, más bien busca ayuda para encontrar ese empuje y así mantenerte enfocado para no perder tu pasión y terminar cada uno de tus proyectos.