Editorial por Luis Molina
Este pasado 22 de junio se llevó a cabo la orden de la gobernadora de no más uso de mascarillas y otras restricciones en el estado de Michigan sin importar si ya estabas vacunado o no.
Si bien esta acción le costó algunas críticas yo considero que, aunque lo hubiera seguido manteniendo, la gente hubiera estado sin hacer caso y aquí les explico el porqué.
Hace unas semanas se levantaron las restricciones sobre las personas ya vacunadas con sus dos dosis y después de esto ya la mayoría se fue a las calles sin su mascarilla, válgame que desde antes lo hacían, realmente era difícil saber quién si estaba vacunado y quien no porque no andas por las calles cargando un letrero que diga: “Hey ya estoy vacunado” ¿verdad?
Sí, todos sabemos que al levantar completamente estas restricciones va a haber contagios sobre aquellos que no se han querido poner la vacuna, pero que más se puede hacer, ya ni pagándoles la quisieron, además sabiendo que no estaban vacunados así andaban en todas partes sin una protección adecuada en su rostro y sin ningún tipo de distanciamiento social.
Haya sido cualquiera la orden de la gobernadora la gente ya no hubiera hecho caso y es porque ya están cansados o no quieren hacer caso.
Esperemos que la decisión haya sido la mejor y que los contagios no continúen sobre ese sector de personas que no se han aplicado la inmunización contra el virus.
Afortunadamente y gracias a Dios es que Michigan al fin pudo ver la luz al final del túnel y que tanto la economía como la recuperación social, comercial, laboral, turística y demás se va reactivando favorablemente después de duros golpes a más de un año de pandemia que tuvo paralizado no solo al estado sino al mundo entero.
