Por Joel Morales
El Informador
GRAND RAPIDS, MI
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No cabe duda que si se le pregunta a una persona dónde se encuentran los mejores tacos del área, una de sus repuestas incluirá a Tacos El Cuñado, una cadena de restaurantes mexicanos locales, con cuatro franquicias en la ciudad de Grand Rapids y una en la ciudad de Holland.
Durante una entrevista con Leopoldo Dela Torre, gerente de Tacos El Cuñado #1, ubicado en el 455 de la Calle Burton SW en Grand Rapids, el lunes, 27 de febrero, quien junto con el propietario fueron quienes lo empezaron todo, dijo que la autenticidad les ha traído éxito.
“¡Aquí la sazón es mexicana, no se cocina al 100% mexicano, se cocina al 110%!”, dijo Dela Torre, originario de Jesús María, Jalisco, México. “De igual manera que se trabaja en México, se trabaja aquí, y un taco de aquí es el mismo que te comes en México”, agregó.
El gerente compartió con este reportero que, en el año 2002, cuando vivía en la ciudad de Detroit, se le ocurrió vender tacos adentro de una tienda donde trabajaba, algo que nadie hacía en esos días. Dijo que todos conocían al dueño de la tienda y que le decían “el cuñadito” porque tenía muchas hermanas, y que así fue como nació el nombre del lugar de comida popular.
Dijo que, de primero, las personas le preguntaban si estaba loco y que empezó vendiendo poco, pero que al mes de abrir una cocina en un cuadro chico en la tienda, vendía todo lo que alcanzaba despachar y que le llegó tanta gente que unos hasta se iban de tan lleno que estaba el lugar.
Dela Torre, quien hoy día lleva 30 años de experiencia trabajando en la comida, 15 de ellos en México, dijo que decidió abrir el negocio de los tacos primero porque le gustan los tacos, y luego porque buscaba poder hacer algo rápido, bueno y mexicano.
“Nosotros los hispanos siempre andamos detrás del reloj”, dijo el gerente. “Estamos al pendiente de que, si ya salieron los chiquillos de la escuela, va llegar visita y porque en los trabajos a veces, a los trabajadores solo les dan 15 minutos para comer”, agregó.
Alberto Sánchez y Eloísa Bernal, de Grand Rapids y originarios de Álamo, Texas, quienes disfrutaban de unos tacos de bistec, frijoles y arroz mexicano junto con su nieta Dashia Rivera, de 19 años de edad, dijeron que la comida es la razón principal que han sido clientes de Tacos El Cuñado #1, desde que primero abrió sus puertas al público hace nueve años atrás.
“Nos gusta el sabor de la comida, está rico y también la atención de personal”, le dijo la pareja tejana a El Informador. “La sazón es la mejor y la comida siempre está buena”, agregó.
De su parte, la familia Zandee, también de Grand Rapids, dijo que solo han visitado un par de veces pero que ya se consideran clientes, y que su rutina ha sido pasar por tacos de pollo y puerco, como al igual quesadillas de pollo, después de asistir a la iglesia los domingos.
“Me gustan los tacos de este lugar porque son auténticos, no son nada como los que preparo en casa”, dijo Tom Zandee, quien fue acompañado de su esposa Gail y su hija Elly de 16 años. “Además, es mucho trabajo para mí”, agregó.
Gail Zandee también dijo que patrocinan al restaurante mexicano porque les gusta apoyar a los negocios locales.
Dela Torre dijo que les ha enseñado a todos sus empleados cómo se cocina al estilo mexicano, y que eso ha sido la razón del éxito de Tacos El Cuñado. Durante nuestra visita vimos a los empleados muy enfocados en sus tareas, los cocineros cocinando, las meseras que servían las bebidas, tomaban las órdenes y entregaban los platos de comida, pero fueron los clientes que, por sus conversaciones, sonrisas y disfruta de los alimentos, dieron testimonio de por qué el restaurante cuenta con el respaldo de la comunidad.
En el 2014, las cuatro localidades de Tacos El Cuñado en la ciudad de Grand Rapids, hicieron la lista de los 10 mejores lugares para comprar tacos en el Oeste de Michigan. Las cinco franquicias comparten un menú comparable, pero con selecciones distintas para servir a su clientela en particular.
“Yo quedé huérfano a los 6 años de edad. A los 9 años empecé a trabajar para otros y recuerdo siempre tener un hambre para hacer las cosas bien, y hasta mejor que la persona que me enseñaba. Fui cambiando de trabajo a trabajo para aprender más (sobre la cocina)”, dijo Dela Torre. “Gracias a Dios, estamos donde estamos”, concluyó.