Editorial por Héctor Loya
El pasado miércoles 23 de septiembre se realizó un juicio para ver si los policías implicados en la muerte de la afroamericana Breonna Taylor eran culpables o inocentes de los cargos imputados.
Al terminar el juicio y al dictaminarse el resultado por parte del jurado y de la fiscalía se encontró no culpables a los 3 policías implicados en el fallecimiento de la mujer cuando los 3 agentes le dispararon el 13 de marzo, cuando entraron en su casa para una supuesta orden de registro contra estupefacientes.
Este veredicto inmediatamente causó indignación no solo en Kentucky, donde sucedieron los hechos, sino alrededor de todo el país, pero principalmente para la familia quienes no pudieron obtener el juicio que ellos querían para así saciar su sed de justicia.
Este es un juicio que para muchos resultó con un trago amargo y que dejó un muy mal sabor de boca puesto que esperaban que los implicados recibieran al menos 15 años de prisión.
En mi muy particular punto de vista este tipo de acciones o decisiones por parte de las autoridades, sean las correctas o las incorrectas, solo encienden a la ciudadanía.
Es ponerle más sal en la herida y traerles recuerdos a las personas de origen afroamericano que las políticas y el sentido de justicia son diferentes para todos, sobretodo en su sentimiento de racismo y desprecio por su color de piel.
Si bien no simpatizo con las manifestaciones violentas tampoco estoy de acuerdo con las prácticas raciales y el desprecio por las personas de color quienes al igual que nosotros los hispanos, y los americanos tienen el derecho de recibir un juicio justo.
En fin… la decisión ya está tomada y nos guste o no tenemos que acatar las reglas y a la autoridad, solo espero que las cosas no se salgan de control en los próximos días en nuestra ciudad y en toda la nación americana, válgame decirlo aún más de lo que ya están.
