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El día jueves por la tarde el fiscal del Condado de Kent Chris Becker anunció que su oficina está acusando al oficial Christopher Schurr del GRPD de asesinato en segundo grado por la muerte del afrodecendiente Patrick Lyoya.
Esta es una decisión que muchos han aplaudido incluso el Departamento de Derechos Civiles de Michigan emitió una declaración en respuesta a la decisión de acusar a un oficial del Departamento de Policía de Grand Rapids, al igual que muchos activistas de la ciudad están contentos por ellos y han festejado la decisión.
Este fallo sin duda alguna es un paso importante para las autoridades primero para abordar la rendición de cuentas y los problemas sistémicos que conducen a un trato desigual de las personas a las que la agencia de la ley debe servir y proteger.
Entendemos la postura del fiscal y la creemos inteligente en el sentido de abordar las cosas de la manera correcta y bajo una investigación, y si bien tardó más de la cuenta los resultados van a conducirse bajo la vía correcta.
Para los que creen que fue una decisión fácil pues no lo es porque por un lado tenemos a las familias de la víctima quienes fueron duramente afectados por una pérdida humana, una vida que ya no está aquí, que dejó hijos, padres y hermanos sufriendo por el dolor.
Pero también tenemos por otro lado a la familia del oficial, el cual ya está en la cárcel y que dejará a su familia desprotegida, perdió su trabajo, estará en la cárcel y dejará a su familia sin un sustento y también sufriendo por el dolor de verlo tras las rejas.
Todos podremos opinar muchas cosas, pero la realidad es que solo las autoridades conocen los protocolos correctos para actuar ante estas situaciones.
Esperamos de todo corazón que la decisión tomada el jueves sea la mejor y que el proceso en este caso conlleve a las aseveraciones correctas.