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El sueño americano es uno de los objetivos principales que hoy en día muchos latinoamericanos buscan conseguir, desde mexicanos, salvadoreños, guatemaltecos y demás países de habla hispana luchan incansablemente para poder y obtener una mejor calidad de vida.
Y es que siendo sinceros, las economías de los países latinos no es lo suficientemente estable como para ofrecerles las condiciones necesarias para una buena calidad de vida.
A causa de esto cada día decenas de hombres, mujeres e incluso niños se lanzan en la odisea de obtener una mejor calidad de vida, desafiando así los riesgos a los que el largo viaje les puede ofrecer.
Sin duda alguna, muchos están dispuestos a correr el riesgo y se lanzan en terrenos desconocidos con tal de conseguir su objetivo a toda causa. Algunos prefieren esperar la respuesta del asilo político, pero otros en su desesperación por lograrlo lo más rápido posible intentan cruzar de manera ilegal al país ya sea con servicios de coyotes o por su propia cuenta.
Sin embargo, este peligroso acto muchas veces no ha acabado de la mejor manera y termina cobrando la vida de las personas que mueren o ya sea intentando cruzar el Río Bravo o asfixiados en un remolque o traila.
Precisamente hablaremos de quienes mueren de esta forma ya que al querer cumplir un sueño terminan perdiendo la batalla o pierden a un ser querido en el camino.
Es tan triste escuchar y ver cómo incluso niños han muerto arrastrados por la corriente del Rio Bravo, y muchas personas han desaprobado estas acciones en múltiples comentarios de las redes sociales al calificarlo como imprudencia por parte de los padres que arriesgan de esta manera a sus hijos.
Por otro lado, tenemos a las personas que fallecen o ya sea en el desierto o en el interior de trailas asfixiados, imaginemos el sufrimiento de morir de sed, o al ser picado por un animal ponzoñoso o de morir por la falta de oxígeno.
Es aquí donde muchos nos preguntamos ¿valdrá realmente la pena?, ¿será necesario correr el riesgo?
Esta es una pregunta muy difícil de responder porque muchos lo han dicho, o morimos de hambre en nuestros países de origen o morimos en el camino intentando llegar al sueño americano.
