Editorial por Luis Molina
El otro día me encontré a unas personas vendiendo sandías en la vía pública y tomé la decisión de parar para hacer un video en vivo en la página de Facebook con la intención de apoyarlo en sus ventas y que la gente se diera cuenta donde estaba ubicado.
Este video tuvo gran auge y me atrevería a decir que varias personas que lo vieron sin duda alguna fueron a comprar una sandía para llevarla a la casa.
Ese día tomé esta decisión ya que como siempre lo he dicho hay que ayudar a quien lo necesita, a quien se encuentra trabajando para llevar dinero a su casa y poder tener comida en su mesa. No hay nada más honrado que trabajar y las ganas de salir adelante de manera honesta.
Muchos me han dicho en reiteradas ocasiones y cuando me ven apoyando a este tipo de personas que no debería hacerlo por respeto a los demás comerciantes, aquellos que pagan su local, pagan sus impuestos y contribuyen con la ley de algún modo, y en cierto punto tienen razón, pero existe un valor que se llama empatía y consiste en ponernos en los zapatos de la otra persona.
No todos tienen las mismas posibilidades, no todos pueden pagar un local o su renta y no todos pueden pagar sus impuestos, ya sea por falta de documentos en regla o cualquier otra cosa.
Muchos llegamos a este país buscando oportunidad, trabajando de una u otra manera y ahora que nos encontramos en una situación mejor nos toca ayudar a nuestra gente. Muchas veces vamos y pagamos grandes cantidades de dinero en una tienda comercial y preferimos eso antes que ayudar a nuestros paisanos.
Yo considero que no debemos criticar ni juzgar a nadie por algo como esto, al contrario, hay que apoyarlos porque se están ganando la vida de una manera honesta.
