Por Joel Morales
El Informador
GRAND RAPIDS, MI
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Alondra Gamboa Ochoa, viuda del hombre mexicano que perdió la vida en un accidente automovilístico el pasado miércoles, 10 de mayo (Día de las Madres en México), en Grand Rapids, quiere concederle el último deseo a su fallecido esposo, que era regresar a México y ver a su madre.
Gamboa Ochoa le dijo a El Informador el lunes, 15 de mayo, durante una entrevista en su hogar, que hacía más de 12 años que Juan Carlos Buendía Villalpando, de 28 años de edad, no había visto a su madre y que, antes de su muerte inesperada, se la pasaba diciéndole, “Voy a ir a México”, pero que se le hacía difícil dejar a sus hijos, de 9, 5 y 2 años de edad.
“Cuando supe que había fallecido, lo primero que pensé fue en su madre y decidí enviar su cuerpo a Agua Gorda, San Luís Potosí, México de donde era él, para que sea enterrado allá”, dijo Gamboa Ochoa. “Su madre está destrozada y ya pide su cuerpo, por eso quiero mandarlo, para que ella pueda ir a visitarlo y hablar con él, por lo menos en el panteón”, agregó.
La viuda mexicana nos dijo que el costo de enviar los restos de su esposo, quien falleció en la escena de un accidente, es de cerca de $10,000.
Oscar y Milka Castillo, de 29 y 31 años de edad, quienes, así como el difunto, son originarios de San Luís Potosí, México, al igual que vecinos del fallecido, organizaron una venta de comida en su casa ubicada en el 43 de la calle Dickinson SW, el pasado sábado, donde vendieron comida para empezar a recaudar los fondos necesarios para mandar el cuerpo de Buendía Villalpando a México. También colocaron cajas en unas tiendas donde la gente ha estado cooperando.
Al cierre de esta edición, personas del público pasaban por el restaurante El Pollo Loco en la avenida Clyde Park, donde El Informador, junto con el lugar de comida, llevó a cabo un evento de lavada de autos (Car Wash), para recaudar donaciones para la viuda.
“La muerte de mi esposo fue un golpe muy fuerte, y no porque ya no esté con nosotros, pero era una persona muy responsable, quería mucho a sus hijos y siempre quiso darnos lo mejor”, dijo Gamboa Ochoa. “Era un buen padre, hijo y amigo”, agregó la mujer con una tristeza.
La viuda dijo que, el día que falleció su esposo, él llegó a la casa desde su trabajo con flores para ella y para su madre, quien está en la ciudad visitando desde México, se dio un baño y, poco después de las 11 de la noche, salió para hacerle un favor a Julio Cesar Medellín, el hombre que conducía la camioneta Ford Explorer, quien luego se dio a la fuga después de impactar un poste de luz en el lado oeste de la cuadra 2400 de la avenida S. Division, esquina con la calle Blackburn.
La esposa nos dijo que a las 9 de la noche, cuando su marido aún no había llegado a la casa, lo llamó para preguntarle por qué no llegaba. Dijo que su esposo le dijo que habían ido a un restaurante y que pronto llegaría, y que a las 10:30 p.m. dejó la puerta abierta para cuando llegara, se acostó y se quedó dormida. A la 1:45 de la madrugada, cuando despertó y no vio a su esposo en la cama, lo llamó y le mandó varios mensajes por texto pero que él nunca le contestó.
“Fue a las 4 de la mañana que llegó la policía para informarme de lo que había ocurrido”, dijo Gamboa Ochoa. “Lo que no entiendo es por qué (Medellín) lo dejó allí (en la escena del accidente), si eran amigos. “Quisiera que lo agarraran, pero, aunque lo agarren, eso no me va a regresar a mi esposo con vida”, también dijo la viuda.
Gamboa Ochoa dijo que quisiera preguntarle a Medellín cuáles fueron las últimas palabras que dijo su esposo y que si todavía estaba vivo cuando lo abandonó. También que por qué no llamó a la ambulancia, ya que su marido lo consideraba un amigo.
La viuda dijo que su esposo tenía muchos fotos y videos de sus hijos en su teléfono celular, y que siempre se los va a enseñar a sus hijos para que puedan ver y comprender cuánto los quería.
“Estoy muy agradecida con toda la gente que vino a la comida el sábado pasado, con la gente que ha estado poniendo dinero en las cajas en las tiendas, con mis vecinos, Oscar y Milka Castillo, quienes organizaron el evento y con la gente que ni siquiera conozco. Verdaderamente no tengo palabras para expresar mi agradecimiento”, dijo Gamboa Ochoa. “Mil, mil gracias, de mí, de mis hijos y de Juan Carlos de donde está”, agregó.
La viuda también dijo que está muy agradecida con su esposo, que, aunque no era el padre biológico de una hija mayor que ella tiene en México, se hizo cargo de ella por 10 años, manteniéndola y mandándole dinero cada 15 días.
La pareja Castillo, quien dijo que el difunto y ellos siempre se procuraban, tenían planes de bautizar a su hija en junio y que Buendía Villalpando iba a ser el compadre, siente un hueco con la pérdida de su buen amigo quien dijeron ya está descansando con Dios.
“Debemos disfrutar hasta el último momento con nuestros seres queridos, porque uno nunca sabe si van a regresar”, dijeron los Castillos. “Debemos de expresarnos y decir lo que sentimos, y no quedarnos con las ganas de un abrazo o un te quiero”, agregaron.
Este domingo, 21 de mayo, a partir de la 1 de la tarde, se va a llevar a cabo una kermés en la 43 de la calle Dickinson SW, donde se venderán aguas, jugos, refrescos, fruta preparada, entre otras cosas, para recaudar fondos para la ayuda de la viuda, para mandar el cuerpo de su fallecido esposo a México.