El VW Beatle es quizás el auto más icónico del mundo. Capitalizado en la nostalgia de la “onda retro”, Volkswagen trató de inmortalizarlo con el “Nuevo Beetle” que vio la luz como modelo 1998.
En Estados Unidos uno de los principales consumidores de este modelo fabricado en Puebla México, se vendieron poco menos de 23 MIL unidades en el 2015. El pasado año solo 10 MIL 45. Con las ventas decayendo, no ha faltado el rumor sobre la desaparición del modelo, que algunos dicen seria sustituido por el ID Buzz. Volkswagen ha desmentido el rumor, pero lo que posiblemente si sea cierto, es que el Beetle podría tener grandes transformaciones en el futuro, convirtiéndose en un vehículo completamente eléctrico.
Por ahora el Beetle 2018 sigue siendo el compacto simple y elegante con el que muchos miles se han familiarizado en las últimas dos décadas. El Beetle Dune es el más fornido de la familia y la compañía afirma que está inspirado en los Beetles clásicos que fueron modificados en «dune buggies” excitantes adaptaciones para transitar por la arena, muy populares sobre todo en las playas de California. En realidad, es un Beetle actual con una suspensión ligeramente elevada, revestimiento exterior negro, alerón trasero, parachoques exclusivos, tomas de aire únicas, llantas de 18 pulgadas, luces traseras LED, costuras interiores especiales y asientos de tela o cuero sintético.
Poco y mucho ha cambiado para la edición 2018. Si bien estéticamente no hay casi diferencias con el modelo del pasado año, el nuevo Dune viene con nuevo motor y es uno de los primeros autos del fabricante en usarlo. Un 2.0 litros turboalimentado de cuatro cilindros reemplaza al viejo 1.8 litros, y aunque ambos producen la misma potencia, 174 caballos de fuerza y 184 lb / ft de torque, el nuevo 2.0 litros recorre unas 3 millas adicionales con un galón de gasolina, exhibiendo un consumo de 26 millas por galón en la ciudad y 34 en la autopista.
También este nuevo año está terminado el Coast, con interior y pintura exclusivos. Pero lo que quizás más agradezcan quienes estén en espera de adquirir un Beetle sea la nueva garantía que el fabricante ofrece de 6 años o 72,000 millas “bumper to bumper” o garantía completa, es una adición importante que de seguro inclinará la balanza a la hora de tomar una decisión de compra.
A pesar de la apariencia pequeña, son 3,000 libras las que pesa este auto, y si bien la aceleración es rápida, no pudiéramos considerarla nada dramática. El acelerador responde con demasiada sensibilidad, provocando arrancadas algo desagradables que llegan a molestar cuando el tráfico es muy pesado. No es tampoco un auto disfrutable para conducir. Mas bien es algo desanimado, algo que extraña por provenir de una de las familias de autos tipo hatchback más disfrutables, el VW Golf. Para compensar, en la autopista si se siente plantado y bastante sólido, recordando el tipo de manejo encontrado en sedanes de mayor tamaño.
El espacio y terminados del interior son un éxito para el Beetle. Es acogedor estar allí con un buen sitio para los ocupantes de los asientos delanteros, pero espacio limitado para las piernas en el asiento trasero. También hay pocas opciones para guardar objetos en el interior. Los asientos se sienten cómodos y con buena amortiguación. El Beetle se siente aireado y brillante gracias a sus grandes ventanas, y el techo es lo suficientemente elevado para un par de adultos altos en la parte delantera. La visibilidad por la parte posterior se ve obstaculizada por una pequeña ventana y gruesos pilares del techo.
En la carretera a velocidad crucero el ruido del aire es más del que me gustaría soportar, obligando a mitigarlo con una levantada de volumen del audio, que, por cierto, y para nuestro beneplácito, es de excelente calidad. El sistema de audio Fender Premium trae 400 vatios de potencia y un subwoofer montado en el maletero. Creado en colaboración entre Fender y Panasonic, el sistema Fender de Beetle presenta cuatro parlantes y cuatro “tweeters” para un sonido de alta calidad que disfrutamos durante nuestra prueba.
En lo que respecta a los sistemas de info-entretenimiento, el del VW Beetle no está a la vanguardia, pero es relativamente fácil de usar. La resolución de la pantalla es lo suficientemente nítida como para leer de un vistazo. Apple CarPlay y Android Auto se encuentran en todos excepto en el terminado S, que es el más básico. Este terminado trae precio de $20,220, que lo coloca alto en la escala si lo comparamos con competidores en este rango. El coupé de Beetle Coast trae precio inicial de $23,120 dólares, mientras que el SE está en los $24,020. El Beetle Dune como el que nosotros probamos tiene precio de entrada de $26,790. Las versiones convertibles o descapotables son más caras. Un Beetle Dune listo para batir el pelo en el verano -quien lo tenga claro- saldría en unos $32,090 sin muchas adiciones.
Sin ser una auto barato o de manejo atrayente, el Volkswagen tiene los atributos necesarios para provocar pasiones. Es un auto simpático, diferente a la mayoría de lo que hoy se ve en las calles, y esto es innegable y al mismo tiempo deseable por muchos. Es un auto agradable para pasear la ciudad y en el modelo Dune como el que probamos, alguna escapadilla furtiva fuera de esta.
Este es un auto de esos que entra por los ojos, si es que el corazón está abierto. Los que lo encuentran atractivo no repararán mucho en ninguno de los lados “débiles” que aquí pude haber mencionado. No los culpo. Como decía Raphael en la hermosa canción de Manuel Alejandro: “estar enamorado es, divisar la estrella más pequeña, estar enamorado es…”