Por Joel Morales
El Informador
GRAND RAPIDS, MI
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Tomó 11 meses para que el culpable de la muerte de Karla Guadalupe Magaña, de Wyoming, de 31 años de edad, madre de cinco hijos, recibiera su castigo, pero el lunes, 25 de septiembre, fue lo que ocurrió en la Corte de Circuito 17 en Grand Rapids, dándoles justicia a la difunta y a su familia.
El hombre mexicano, que había sido deportado a México en dos distintas ocasiones, recibió una pena de cadena perpetua sin la oportunidad de libertad alguna por el juez George J. Quist, quien presidió sobre su sentencia.
Durante el juicio del asesino, que empezó el 29 de agosto y terminó el 31 en el que un jurado lo encontró culpable de homicidio, el abogado del asesino, Norman Miller, le pidió que regresara un veredicto de culpable de homicidio en el segundo grado y no primer grado, porque dijo que su cliente había reaccionado a la noticia que Magaña quería salir con otros hombres y que no fue un acto premeditado.
Sin embargo, el fiscal asistente del Condado de Kent, Jeff Kemperman, dijo durante el juicio, que Magaña murió a manos del hombre mexicano después de dos horas de un pleito físico en el cual la mujer luchó por su vida.
“Quería matarla”, le dijo el fiscal Kemperman al jurado, y afirmó que esas palabras las dijo Raúl al ser interrogado después de su arresto respondiendo a por qué razón había puesto sus manos alrededor del cuello de Magaña mientras peleaban.
El arresto del asesino desató una polémica entre oficiales del Departamento del Alguacil del Condado de Kent y el Departamento de Inmigración (ICE sus siglas en inglés), que se señalaron el uno a otro como los responsables de haberlo dejado libre después de su arresto.
Fue el 22 de octubre del año pasado que Pérez fue arrestado por manejar ebrio y encarcelado en la cárcel del Condado de Kent, de donde fue dejado libre bajo libertad condicional. Agentes del departamento del alguacil dijeron que mandaron las huellas del arrestado a las oficinas de inmigración, pero oficiales de inmigración dijeron no les llegaron hasta después que había sido soltado.
El arresto del mexicano reveló algunos problemas que existen con el sistema de reportaje de personas ilegalmente en el país.
El Informador habló con la hija del culpable durante el juicio, quien dijo no podía creer que ya había pasado casi un año desde que la mujer había sido encontrada muerta en el apartamento de su padre.
“Para mí todo sigue igual, como si no hubiera pasado”, dijo Kimberly Pérez. “Todavía lo miro como mi padre”, agregó.
¿Perdió la vida Magaña porque, como dijo el fiscal asistente, la mujer quería ver a otros hombres, o por los celos del asesino, o porque ella lo iba a descubrir (el culpable dio otro nombre al ser arrestado)?
Quizás esto nunca se sabrá, pero lo que sí se sabe es que el hallado culpable de su muerte nunca verá otro amanecer y nunca tendrá otra oportunidad para vivir en una sociedad libre.