Por Miguel Ángel/El Informador
WYOMING, MI.- SALUDOS queridos amigos… Continuando con esto del arbitraje donde hay mucha tela de donde cortar, para bien o para mal. Según se vea el vaso, medio vacío o medio lleno. Lo que sí creo es que las pobres progenitoras de los pobres árbitros (sin deberla) son recordadas de muchas maneras (y no de las buenas exactamente). No dejo de asombrarme al ver a prácticamente todos los comentaristas y aficionados al futbol, en cada jugada, emitir opiniones arbitrales, cual si fuesen unos expertos en la materia, cuando lo cierto y más probable es que, jamás hayan leído las reglas del juego.
Lo peor de todo, es que los juicios sumarios que emiten, casi siempre los hacen, enfundados en la casaca de los colores de su preferencia, perdiendo objetividad.
Pienso que, para poder criticar la decisión tomada por el silbante, debe existir una evidencia televisiva que demuestre irrefutablemente que se equivocó. Si a pesar de la repetición, la duda prevalece, por supuesto que se tiene que avalar lo que el juez dictaminó en primera instancia, sin ayuda de la tecnología.
Pero en la actualidad, jugadas muy apretadas y polémicas, reciben desmesurados calificativos, al calor de la pasión, respaldados por la ignorancia.
Todas estas reflexiones vienen a cuenta, para referirme a una jugada ocurrida al minuto 45, el pasado sábado en el Coloso de Santa Úrsula, cuando se enfrentaron América y Monterrey, en donde los aficionados regios pedían penal en contra de los de Coapa, cuando “chocaron” dentro del área: Bruno Valdéz y Avilés Hurtado.
Por principio de cuentas debemos señalar que, el delantero rayado, Avilés Hurtado, estaba en posición fuera de juego, que inexplicablemente para mi gusto, no fue sancionado por el Asistente de Línea.
A donde quiero llegar es explicarles que existen situaciones que están aceptadas por la regla de juego, como lo es el hecho de que exista “contacto” al luchar por el espacio, cuando el balón está a distancia de juego.
En la jugada que hoy nos ocupa, efectivamente, Bruno Valdéz tiene “un contacto” con Avilés Hurtado, antes de que llegue el balón; sin embargo, ya estaba a distancia de juego. Sin mencionar que, quien juega limpiamente la pelota es el defensor americanista.
Del mismo modo, bueno sería resaltar que “contacto” no es sinónimo de falta, se debe hacer una minuciosa evaluación del “contacto” para determinar si se trató de una infracción; es decir, un empujón, una carga por la espalda e incluso una carga (hombro a hombro) que se cometa en forma: imprudente, temeraria o con el uso de una fuerza excesiva.
Luego entonces, podemos deducir, que “no son enchiladas” y aunque todo el mundo tiene derecho a emitir su opinión cuando de futbol se trata, bueno sería que los puntos de vista fueran fundamentados y razonados bajo los auspicios de la regla de juego, incluso tomando en cuenta la experiencia personal al respecto; pero jamás, guiados por el empirismo y por el hecho de querer ganar a toda costa. Y lo más grave, culpando, como siempre, al silbante de todos los males que aquejan a su equipo.
Mil veces he escuchado a “villamelones y malos deportistas decir: “Perdimos por culpa del árbitro”, lo lógico sería que los vencedores hubieran dicho: “ganamos gracias al árbitro”; pero no, jamás ha ocurrido, ni ocurrirá… ¡Alguien miente!
Nos leemos la próxima semana y recuerda…¡No juzgues, para que no seas juzgado!