xisten amistades que, sin importar la distancia, el tiempo o las diferencias, perduran para toda la vida. Este es el caso de dos abuelitas británicas, Kathleen Saville y Olive Woodward, quienes tras conservar una amistad casi durante 80 años decidieron mudarse a un hogar de reposo juntas para terminar sus últimos años de vida en compañía mutua.
Kathleen y Olive se conocieron en 1941 a los 11 años en la escuela y forjaron una amistad que trascendería múltiples barreras. En su infancia ambas disfrutaban burlarse de los chicos, planear travesuras y pasar horas conversando sobre ideales y sueños de vida.
Aunque su amistad era sólida, jamás imaginaron que seguirían siendo inseparables en su edad adulta y que incluso terminarían compartiendo habitación en el mismo hogar de reposo en el Berry Hill Park de Mansfields, Inglaterra.
“Sabíamos que siempre seríamos amigas cuando nos conocimos. Ella significa mucho para mí. Si Olive se va primero, volverá a buscarme. Vamos a ser amigas en el cielo” dijo Kathleen.
Estas amigas inseparables han vivido en el mismo barrio durante toda la vida, por ello cuando Olive se enteró que Kathleen se mudaría para una casa de paso, no pudo soportar la idea de estar lejos de ella y decidió tomar la misma iniciativa.
“Si soy infeliz o tengo problemas, solo tengo que ir a Kathleen y siempre terminaremos riéndonos”, destacó Olive.
Los ayudantes y administrativos del hogar de paso denominaron al par de amigas como “el dúo dinámico” debido a su increíble buen humor y sólida amistad.
Según destacan estas abuelitas, el secreto de su amistad durante tantos años ha sido el respeto mutuo, entender las ideas de la otra sin intentar cambiarla y en momentos de diferencias o enfado, simplemente optar por un momento de silencio.
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