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‘Jovencita migrante se gana la vida manejando tráiler en GR’

Por Erika Mendivil/GRAND RAPIDS, MI (ELINF).-

Millones de personas latinoamericanas a lo largo de los años han cruzado la frontera de Estados Unidos y México en búsqueda de una vida mejor para ellos y poder ayudar a los familiares que quedan en sus países de origen.

Orgullosamente El Informador se complace en entrevistar a una joven centroamericana, su nombre es Andrea Ochoa, de 23 años, oriunda de la ciudad Choluteca, Honduras y que actualmente radicada en Grand Rapids. La hispana se dedica principalmente a manejar un tráiler en Norteamérica.

El pasado domingo 18 de octubre bajo un cielo nublado y un clima bastante lluvioso, Luis Molina Director General del periódico, entrevistó a Andrea, quien además de contar anécdotas de vida, mostrar su lugar de trabajo, reveló su experiencia en las carreteras norteamericanas como migrante y mujer en un profesión que muchos consideran exclusivo para hombres.

“Vivo en Grand Rapids desde hace más de cinco años y ahora nos dedicamos a conducir camiones de carga pesada con la esperanza de seguir creciendo”, indicó Ochoa. “Ya hemos recorrido casi todos los 48 estados y queremos seguir recorriendo mucho más”, agregó.

Ochoa comentó que empezó a manejar camiones de carga pesada a la edad de 22 años, ella asegura que esta profesión la motiva mucho y la hace feliz. La hondureña invita a las mujeres a investigar sobre otros trabajos donde comúnmente se ve solo a hombres ejerciéndolos.

“Quiero invitar a las mujeres a que se animen a trabajar en esta industria”, indicó con una gran sonrisa en el rostro.

Por otro lado, la joven hispana declaró que cruzó la frontera de manera ilegal, comprando los servicios de un ‘coyote’, con el propósito de conseguir el sueño americano. “Yo crucé cuando tenía 16 años, afortunadamente había una protección para los menores de edad centroamericanos en aquel entonces y gracias a Dios que me bendijo logré quedarme en el país. Actualmente ya soy residente, me independicé a los 18 años y siempre seguí el proceso con un programa en el que me apoyó el gobierno de Estados Unidos”, indicó.

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El primer empleo de Ochoa en el país fue de cajera en National Supermarket pero ahora conduce camiones de hasta 80 mil libras. “La verdad es que fue algo inesperado, nunca me imaginé que iba a manejar camiones. Empecé con una compañía transportando mercancías pequeñas”, añadió.

Ella confesó que al involucrarse con la industria del transporte vio a una mujer, algo que la asombró bastante, jamás pudo conversar con aquella persona que se convirtió en una inspiración para la hondureña. “Al ver a una mujer manejando un camión me permitió saber que también era posible hacer este tipo de trabajo y así fue como empecé a investigar información respecto a lo que se necesitaba para ejercer esta profesión”, revela.

La joven tuvo que asistir a una escuela de camiones en la ciudad de Detroit, el curso duró un mes y aprendió las funciones básicas. Su primer viaje lo realizó desde Dallas, Texas hasta Grand Rapids.

“Para mi manejar un camión es mucha adrenalina pero siempre lo hago con mucho cuidado”.

Para Andrea, la duración máxima manejando un camión ha sido de un mes y medio lejos de casa. Pero normalmente se va tres semanas seguidas a conducir y regresa a Grand Rapids a descansar tres días. “Sí llegas a extrañar las comodidades que tienes en la casa, a los familiares o las amistades que no llegas a ver tan seguido, pero se adapta uno”, comentó.

El camión cuenta con dos camas, un microondas, un mini refrigerador, closet y un mueble para guardar utensilios de limpieza.

Andrea también indicó que hay ocasiones que ha trabajado hasta 14 horas seguidas, y por eso cuando puede hace ejercicio dentro de la unidad o al llegar a una parada de camiones aprovecha para caminar y ejercitarse lo más posible.

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Ochoa ha recibido la admiración de la comunidad en general, incluso en diversos lugares que ha visitado tanto hombres y mujeres quedan sorprendidos por su valentía por manejar un camión de carga pesada.

Una de las metas de la hondureña es crecer dentro de la industria. “Deseo poder abrir mi propia empresa, sacar mis números para poder transportar mercancía con mi propio permiso”, confesó.

La hispana invita a todas las personas a seguir sus sueños y no quedarse estancadas en un solo trabajo. Cada día se puede buscar un trabajo mejor y poder seguir creciendo profesionalmente.