Editorial por Héctor Loya
El pasado miércoles 20 de enero nos tocó ver a Donald Trump saliendo de la Casa Blanca tras concluir su período de mandato. Miles de personas en el mundo observaron la toma del nuevo presidente, Joe Biden, quien lleva en sus hombros la esperanza de miles de personas que anhelan la recuperación de un país que quedó devastado por la política agresiva, un país en el que miles de personas siguen muriendo por la pandemia, y que a causa de las ideas de Trump está más dividido que nunca.
Sin duda alguna Biden no la tiene nada fácil y menos porque la gente tiene memoria, todos saben que prometió muchas cosas, pero también que su antecesor demócrata, Obama, también lo hizo y no necesitó un muro fronterizo para deportar a muchas más personas de lo que terminó haciendo el señor Donald Trump.
La política así es, a veces cierta y a veces engañosa, cuando un político quiere llegar al poder promete y promete y se da baños de pueblo, pero cuando llegan a muchos se les olvidan sus promesas y ya todos ustedes saben en qué termina la historia. Esperemos que durante los próximos cuatro años de gobierno, la nueva administración se encargue de materializar todo lo que prometió.
Deseamos que familias migrantes sean favorecidas con su Visa o su residencia, que los jóvenes DACA aspiren a sus papeles de manera automática, que se elimine la brecha salarial, que se establezca la reforma migratoria y muchas muchas cosas más que se han mencionado en todo este tiempo.
El país necesita un buen líder, las relaciones diplomáticas necesitan fortalecerse, la migración necesita adquirir un mayor valor y la economía debe salir a flote en medio de una pandemia que aún está lejos de terminar.
En fin, los mejores deseos para la nación completa y esperemos que las decisiones que se tomen en este tiempo sean las más óptimas, por el bien de todos y que este año 2021 sea el año de los latinos.
