Por Lee Marvin Abogado de Inmigración
A medida que avanza la batalla contra el Covid-19 en los EE. UU. con resultados positivos luego de un amplio suministro de vacunas, muchos organismos gubernamentales están comenzando a relajar las restricciones. Con las recomendaciones actualizadas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que permiten a las personas completamente vacunadas dejar de usar mascarillas en público y la relajación de las interacciones en grupos. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (por sus siglas en inglés, USCIS) también está reduciendo las restricciones de visitantes para las personas completamente vacunadas. Para que las personas completamente vacunadas ya no tengan que cubrirse la cara en las oficinas de USCIS. Esto también se aplica a muchas oficinas en todo el país, pero de ninguna manera se relaciona con las políticas de la embajada o el consulado en todo el mundo. De hecho, con el aumento de los casos de coronavirus, no se espera la apertura de muchas embajadas a corto plazo.
Los problemas actuales con el Covid-19 continúan creando problemas importantes para los inmigrantes que esperan ingresar a los EE. UU. por negocios o por residencia permanente. En muchos casos, todavía no es posible pasar de los pasos iniciales en el proceso de visado, ya que todavía existen protocolos de personal limitados en todo el mundo. Es difícil lograr que los miembros del personal revisen las solicitudes y pocas oficinas están siquiera dispuestas a tener citas en persona para cualquier otra cosa que no sean solicitudes de emergencia. Aunque hemos tenido la suerte de que algunos clientes pasen el proceso de revisión inicial, una vez que se programan las entrevistas, muchas oficinas cancelan esas citas y les piden a los solicitantes que se conecten en línea para buscar citas futuras y solicitar una reprogramación.
Una pregunta que recibimos de muchas personas es cuál es el mejor proceso para que sus cónyuges o prometidos ingresen a los Estados Unidos de manera rápida y segura, dadas las prácticas inconsistentes de los servicios de inmigración y las embajadas. Gran parte de esto aún depende de las condiciones del país específico, hemos descubierto que es mejor limitar las interacciones con inmigración. Por ejemplo, el proceso de la tarjeta de residencia para un cónyuge se puede realizar a través de un proceso de visa del cónyuge con una entrevista en el extranjero y con una entrevista final en los EE. UU. que incluya al patrocinador del cónyuge. Otro método es hacer que el solicitante siga adelante con la solicitud de residencia en su país sin que su cónyuge participe en la entrevista.
Existen ventajas y desventajas en ambos enfoques, durante la pandemia, generalmente recomendamos que nuestros clientes solo se concentren en el proceso del consulado en el extranjero, ya que es menos costoso y logra el objetivo principal (residencia legal permanente) más rápido sin múltiples entrevistas. Aunque se requiere que el cónyuge inmigrante asista a la entrevista y otras citas sin su cónyuge, cuantas menos citas se requieran con inmigración, mejor. Hemos descubierto que este enfoque durante la pandemia ha reducido los tiempos de espera de 4 a 6 meses.
Las solicitudes de visa de prometido son un poco diferentes ya que solo hay una forma de obtener una visa de prometido y el solicitante tiene muy poco control sobre el tiempo o las entrevistas. Lo que recomiendo en estos casos es que el prometido use una visa de turista existente para poder venir a los EE. UU. y vivir con su prometido mientras espera que se procese la solicitud y se programe la entrevista. Es muy importante que el prometido comprenda que se le pedirá que regrese a su país de origen para la entrevista. No hay forma de trasladar esa entrevista a Estados Unidos. Hemos tenido personas que nos han llamado para decirnos que han oído hablar de cambiar el proceso de entrevistas dentro de los EE. UU. y se lamentan cuando les decimos que esto es absolutamente imposible.
Aunque las personas pueden tratar de eludir este requisito al presentar el proceso ellos mismos, siempre se sienten muy decepcionados cuando descubren la verdad y cuando luego tienen que volver a presentarlos y gastar mucho más tratando de hacer el proceso nuevamente. Con el nuevo presidente, la gente también piensa erróneamente que todo es posible. Eso está muy lejos de la verdad. Aunque el presidente Biden es pro-inmigrante, hay décadas de regulaciones y leyes muy estrictas que controlan y limitan intencionalmente las opciones de las personas en asuntos de inmigración.
Antes de solicitar un proceso de inmigración, especialmente durante estos tiempos difíciles, hable con un abogado de inmigración con experiencia para que le ayude a limitar el tiempo y los gastos de navegar con éxito este proceso en constante cambio.
Si tiene alguna pregunta sobre su proceso llámenos o envíenos un mensaje al 616-805-3435 para su consulta. Lee L. Marvin es un abogado especializado en asuntos de inmigración y casos criminales.
