Opinión por Héctor Loya
Ron DeSantis se ha destapado para la presidencia, el gobernador de Florida, anunció su campaña presidencial de 2024 el miércoles 24 de mayo y con esto se abre la rivalidad directa contra Trump y pone en el horizonte un escenario contra los migrantes.
DeSantis, de 44 años, comenzaría su campaña presidencial considerablemente debilitado por la erosión de los números de las encuestas, los ataques fulminantes de Trump y los errores autoinfligidos, además del odio latino por cómo se ha comportado con los migrantes.
Aun así, el gobernador de Florida es visto como el rival potencial más duro de Trump. Pero tendrá que subir mucho para capturar la nominación, con encuestas que muestran que Trump tiene una ventaja mayor.
Al iniciar oficialmente su campaña, DeSantis, deberá enfrentarse no solamente a rivales del partido sino a la simpatía del público ya que en su primer escenario será ganar como republicano en las primarias y después si se convierte en el candidato oficial deberá convencer a los votantes de que le den el tal apreciado apoyo que necesitaría para sentarse en la silla de la Casa Blanca y desbancar a Biden.
El primer desafío para el gobernador Ron DeSantis será el estigma que tiene sobre su ley que dificulta la vida de los inmigrantes sin papeles en el estado de Florida y que establece duras penas no solamente para quienes les den trabajo, sino incluso para quienes les transporten en sus vehículos.
Y será una piedra en el camino ya que muchos entendemos que la población migrante juega un papel relevante en el funcionamiento de la economía sobre todo en áreas como la agricultura, la construcción o la hostelería, donde se hacen cargo de labores que los trabajadores estadounidenses muchas veces no quieren hacer, al menos por los sueldos que los empleadores están ofreciendo.
Ahora imaginemos que llegase a ganar y en un futuro no muy lejano y en 2024 se convierta en el soberano de los Estados Unidos, si como gobernador se atrevió a tanto con los migrantes ahora imagínense como presidente, o tal vez aplique el dicho de perro que ladra no muerde.
Esperemos para ver que depara con los candidatos de las elecciones en la nación de las barras y las estrellas.
