Editorial por Luis Molina
Esta semana se cumplió un año desde que se dio por primera vez la orden en el estado de Michigan de cerrar algunos negocios para evitar la propagación del Covid-19.
La pandemia y las restricciones han sido muy crueles y difíciles para muchos negocios, mismos que hasta la fecha continúan operando con muchas limitaciones y con varios déficits económicos, porque la crisis así lo ha querido.
Dentro de lo que cabe quiero resaltar a los negocios latinos de mi comunidad, los cuales a pesar de toda adversidad nunca se rindieron y en la mayoría de mis clientes o personas que conozco no tuvieron que cerrar sus puertas.
Sin embargo esta no ha sido la misma suerte para todos y lamentablemente muchos se han quedado en el camino, como vulgarmente se dice.
Esto es lamentable porque realmente el gobierno federal, el estado y los diferentes condados han dado muchos estímulos y apoyos para que los negocios puedan operar, lo malo de esto es que hasta la fecha muchos ni siquiera saben que esos programas existen, no se han inscrito y no han recibido ni un solo dólar. Otros se dieron cuenta pero no aprovecharon la oportunidad y hoy en día están sufriendo las consecuencias de no tomar acción a tiempo.
Yo me pregunto cómo es posible esto, si la Cámara de Comercio ha hecho múltiples campañas, en varios medios de comunicación tanto impresos como digitales y a pesar de toda esta información varios dueños de negocios no se han enterado de eso y he aquí una de las razones de sus problemas económicos.
Afortunadamente la gente ya no tiene el mismo pensamiento y temor de hace un año, ya la gente en cierta manera se cansó de la pandemia y está reactivado poco a poco la economía, además la vacuna ha dado un plus.
Lo digo porque me ha tocado ver como restaurantes y negocios de comida o suministros están cada vez más llenos.
En fin como siempre les hago la invitación a que consuman en lo local y entre todos reactivemos la economía, claro siempre cuidándonos de los contagios.