Editorial Por Luis Molina
Bueno las cosas tal parece que al paso que vamos en cualquier momento la gobernadora de Michigan nos dará una “sorpresa”, y decimos sorpresa porque al parecer hay personas que aún no ven, no entienden y otras les vale un cacahuate lo del COVID-19 y en cualquier momento nos van a mandar a casa a todos de nuevo.
La semana pasada apenas se abrieron los campos de fútbol y nos alegra eso pero nos preocupa la cantidad de personas que llegaron ya sea para jugar o para a mirar los partidos, donde se congregaron decenas de personas sin ningún distanciamiento y mucho menos cubrebocas.
En una entrevista antes del cierre de esta edición, el Departamento de Salud dejó claro que están mirando dicho comportamiento y que les preocupa que la comunidad hispana, el porcentaje más alto con el COVID se esté congregando de tal manera.
Los casos pueden subir en cualquier momento y con este comportamiento de la gente acudiendo a los campos de fútbol es lo más probable que los números de los portadores en el Condado de Kent sigan aumentando.
Entre las multitudes pudimos ver una gran cantidad de padres que llevaron a sus hijos a ver los partidos y eso esta excelente, pero lo que no es correcto es que no están enseñando y mucho menos poniendo el ejemplo a sus hijos a guardar distancia y menos usar un cubrebocas.
La realidad es que los niños tienen un sistema inmunológico muy fuerte y este virus tal vez no represente un peligro para ellos en la mayoría de los casos, el problema es que esos niños fácilmente pueden llevar el virus a sus abuelos al visitarlos y así esta pandemia será difícil pararla.
Es momento de recapacitar y reflexionar sobre estas prácticas y si van tanto a jugar como a presenciar los partidos deben hacer caso de lo que tanto nos recomienda el gobierno y los departamentos de salud, la sana distancia y los hábitos de higiene adecuados.