CHIHUAHUA
El estado de Chihuahua se ha visto rebasado por los diferentes grupos del crimen organizado que operan en todo el estatado, pues a sólo 10 días del mes de noviembre, se perfila por ser el mes más violento del año y quizá de la historia del estado, toda vez que en una semana han asesinado a casi una centena de personas dentro del territorio estatal.
Privaciones de la libertad, homicidios, secuestros, “encobijados”, enfrentamiento, incendio de vehículos, masacres, desapariciones, retenes de criminales, masacres y temor en comunidades de la Sierra Tarahumara, son parte de las acciones que llevan a cabo estos grupos criminales en el estado, donde la falta de elementos permite que sigan operando y se movilicen por todo el estado de Chihuahua.
El control que mantienen estas células delictivas, permite seguir con sus actividades primordiales que es la producción, venta y trasiego de droga, para el interior como el exterior del estado, donde mantienen rutas para hacer envíos de toneladas de marihuana y varios kilogramos de cocaína, como de cristal.
A la falta de elementos y la gran capacidad de miembros del crimen organizado en el estado, se le suma la complicidad que han detectado en las corporaciones municipales y estatales, donde la mayoría de las instituciones de seguridad pública, han investigado y detenido a más de 30 elementos quienes tienen conocimiento o colaboran con grupos criminales, es decir que los “policías” trabajan para el narco y son los mismos de hacerse cargo de la seguridad en los municipios.
También se habla de una complicidad con Los Salgueiro de esa zona, quienes llevan el control de narcotráfico, trata de mujeres, robo de combustible, extorsionan y colocan retenes en la carretera para cometer robos de vehículos y utilizarlos para las labores clandestinas que realizan en la sierra, principalmente en Guadalupe y Calvo.
Las grandes cantidades de recursos económicos que se generan en este negocio, han llegado a corromper a policías, políticos y hasta jueces, es decir a todo el sistema de procuración de justicia se ve en ocasiones involucrado con cuestiones de la delincuencia organizada, ya que bajo amenaza deben aceptar el recurso o se verían perjudicados de otra manera.
Juárez, Chihuahua y Cuauhtémoc son los municipios con mayor incidencia criminal, donde el promedio diario son de 2 a 3 muertes por impactos de arma de fuego y en algunas ocasiones la cifra ha llegado hasta los 7 eventos por día, como surgió el pasado 4 de noviembre en la ciudad de Chihuahua, y donde también se registró la muerte de la familia LeBarón en los límites del estado.
La propia Fiscalía General del Estado, reconoce que tiene un déficit de por lo menos cinco mil elementos de seguridad, sólo en su corporación, toda vez que mantienen poco más de tres mil elementos activos desplegados en todo el estado y no pueden combatir los más de 15 mil delincuentes que operan en todo el territorio estatal.
La disputa de plazas y el comercio clandestino de narcóticos, son los factores principales que generan asesinatos en Chihuahua, toda vez que una forma fácil y rápida de obtener los espacios para poder proveer de droga y todos los negocios clandestinos es acabando a través de la privación de la vida del grupo contrario.
Sin embargo, este tipo de confrontaciones históricas está llegando a personas inocentes, como ocurrió el pasado 4 de noviembre en un trayecto de Las Moras a Galeana, donde diversas familias viajaban en camionetas de reciente modelo y aparentemente fueron confundidos por criminales y un grupo que radica en el lugar decidió atentar contra todos los presentes.
Hasta el momento no hay personas detenidas que hayan iniciado la “ola” de inseguridad en Chihuahua, sólo lograron detener cinco presuntos responsables, quienes se hicieron cargo de quemar algunos vehículos, pero no han podido dar con los actores intelectuales, quienes dieron la orden o que están perpetrando la psicosis en Juárez y en otros puntos del estado.