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¿Cuál será el peor escenario al no regresar a la escuela presencial en otoño?

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Opinión por Héctor Loya

Actualmente en el estado se ha hablado mucho de la educación y la preocupación sobre de que el regreso a clases no sea posible en el próximo otoño.

Si el número de contagios no baja y continúa a la alza está más que claro que el nuevo año escolar no podrá iniciar de manera ordinaria y tendrá que realizarse una educación en casa mediante el uso de la tecnología con escuela en línea.

Como docente y profesional de la educación me atrevo a decir que este tipo de educación no tiene nada de malo; sin embargo, la brecha educativa que se formará en determinados alumnos será tan grande que el rezago educativo podría ser el principal actor en esta metodología, si es que se usa.

Cuando se imparte una clase no solo se ponen en juego las habilidades, actitudes y competencias de los niños, si no que se ofrece una orientación y una guía práctica para que con el apoyo del docente aprenda de mejor manera, y si a esto le sumamos que los alumnos construyen su conocimiento aprendiendo entre pares y con compañeros de su mismo nivel, estamos dando por hecho que la educación en línea carecerá de ese tacto pedagógico y convivencia que es necesario para que el alumno aprenda.

Ahora es preciso reconocer que no todos los padres de familia tienen el mismo compromiso, el mismo tiempo, las mismas habilidades, los mismos recursos. Si bien existen padres de familia súper dedicados existen otros que no, o simplemente seamos empáticos y pongámonos en los zapatos de ese padre o madre que trabaja jornadas largas y que llega cansado a casa para descansar, será muy difícil que la educación que se le brinde en casa a su hijo sea la adecuada.

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En muchos países del mundo se ha implementado la educación en casa o en línea a causa de la pandemia, pero hoy por hoy y aunque la situación así lo amerite, el uso de la tecnología nunca podrá reemplazar al maestro y sus enseñanzas para que los niños aprendan.