n la semana salieron de California y Texas, los primeros vuelos de migrantes mexicanos deportados a México, con un protocolo frente a la pandemia de COVID-19 definido en coordinación por autoridades estadounidenses y mexicanas.
Como parte de las medidas sanitarias por la crisis actual, los deportados mexicanos viajan con cubrebocas. Cuando llegan al Aeropuerto de la Ciudad de México, los agentes migratorios les toman la temperatura, les proporcionan gel antibacterial y una nueva mascarilla. Luego pasan un filtro sanitario antes de hacer el registro oficial de ingreso a territorio mexicano.
Después son subidos a autobuses que los llevarán a las terminales camioneras para regresar a sus lugares de origen. “El gobierno de México coordinó con el de Estados Unidos para poder llegar a una solución, y la solución fue el poder regresar a migrantes mexicanos a una base céntrica”, explicó Wendi Lee, vocera de la Patrulla Fronteriza en San Diego.
Serán ocho vuelos en total. Cuatro desde San Diego y otros cuatro desde Brownsville, Texas. Los próximos saldrán este sábado y los días 26 y 29 de mayo. Ningún mexicano con síntomas de COVID podrá abordar el avión.
ICE está removiendo personas usando el pretexto del coronavirus para implementar medidas racistas y antiinmigrantes”, concluyó Pedro Ríos, director del Comité de Amigos Americanos.