Denver (CO), 30 abr (ELINFORMADORUSA/EFE News).-
Según el reporte, esta situación es el resultado directo de la pandemia de coronavirus que ha causado que, por el cierre de comercios y empresas, el desempleo en Colorado sea en la actualidad 30 veces superior al que existió durante la recesión económica de 2008 a 2011.
Eso ha llevado a que, por ejemplo, dice el reporte, en la pequeña localidad de Parachute, de 1.000 habitantes y 320 kilómetros (200 millas) al oeste de Denver) las madres no pueden conseguir alimentos para bebés.
Y en Pueblo, la principal ciudad del sur de Colorado, los trabajadores migrantes no tienen ni arroz ni frijoles.
La demanda «sin paralelo» de ayuda alimenticia «vació los bancos de comida» y «exacerbó las desigualdades sociales que ya existían desde mucho tiempo antes de que llegase el virus», afirma el informe de Colorado Trust.
Y el problema se agrava por la falta de recursos entre las organizaciones no lucrativas para mantener activos sus programas de ayuda nutricional.
Por ejemplo, el Plan de Colorado para Terminar con el Hambre (una iniciativa oficial) repartió este mes unos 785.000 dólares entre las 70 organizaciones del estado que combaten ese flagelo social.
Pero esa cifra representa una fracción de los 6,8 millones de dólares que hubiesen sido necesarios para responder a las necesidades de las familias desempleadas por la pandemia.
Para facilitar el acceso a ayudas, Colorado Sin Hambre capacitó a 40 personas para asistan a personas que carecen de acceso a internet y no hablan inglés como primer idioma y asi puedan completar su solicitud de SNAP («estampillas de comida») por teléfono «y manteniendo las normas de distanciamiento social», explicó a Efe Emily Hunter, directora del programa SNAP PEAS de esta organización.
Este personal se enfocará en ayudar a inmigrantes que se encuentren en «alto riesgo» de contraer el coronavirus (por edad o por condiciones de salud preexistentes) o que estén en zonas aisladas de difícil acceso. Se anticipa que en los próximos días cientos de otros voluntarios ya habrán completado ese mismo entrenamiento.
Por su parte, la Fundación Denver (la más antigua organización filantrópica de Colorado) y otros grupos caritativos locales donaron esta semana en total 250.000 dólares para reducir el hambre entre indocumentados desempleados.
A nivel nacional, Feeding America estima que unos 14,3 millones de familias en Estados Unidos carecen en la actualidad de comida en cantidad y calidad necesarias y que ese número podría duplicarse y hasta triplicarse en el futuro cercano mientras la economía siga detenida por la pandemia.