Opinión: Casa editorial El Informador
El tema que hablaremos en esta edición surge a raíz de varios videos que circularon en los diferentes medios de comunicación y en plataformas de redes sociales, se tratan de videos en los cuales los oficiales de policía utilizaban la fuerza desmedida para así poder someter a los presuntos delincuentes.
Al ser exhibidos en video los comentarios no se hicieron esperar, esta situación obligó a los departamentos de policía a dar declaraciones en las cuales justificaban sus acciones y daban a entender que sus elementos tenían la facultad de realizar este tipo de acciones si era necesario.
Este es un tema muy controversial ya que dichas acciones podrían tomarse como brutalidad policiaca, además de esto se le agrega que no es el único caso registrado en el área y por parte del mismo departamento de policía. Lamentablemente los hechos han ocurrido en su mayoría sobre personas de origen afroamericano e hispano, situación que lo agrava ya que suele focalizarse de una mayor manera y verse como un tipo de prejuicio y racismo.
Ante esto resulta de vital importancia el conocer a fondo los detalles del porque se llevó a cabo el arresto, de esta manera la policía podrá revisar las evidencias y cuestionar a sus políticas sobre los procedimientos en torno al uso de la fuerza y tomar cartas en el asunto.
Los oficiales de policía deben de reconocer que, aunque se trate de un delincuente o sospechoso no dejan de ser una persona que merece un debido proceso y justicia según la ley y que no importa el delito que hayan cometido no se puede pasar por encima de sus derechos.
Los habitantes de un lugar merecen vivir y trabajar en comunidades donde la policía los trate con justicia y respeto. Las vidas sin importar su lugar de nacimiento, color de piel, lenguaje y creencia importan en la misma medida como las de otros estadounidenses.
En conclusión, los actos de brutalidad policiaca son algo que no debería existir ya que va totalmente en contra de los derechos humanos y contra la ética y formación profesional que un policía recibe, el cual meramente debe dedicarse a cuidar y proteger a los ciudadanos.
