Editorial por Luis Molina
Desde hace muchos años el sueño americano es un concepto valioso y añorado para muchas personas ya que tienen la creencia de que cualquier persona, independientemente de su origen socioeconómico, puede alcanzar la riqueza y la felicidad a través del trabajo duro y la determinación en los Estados Unidos.
Pero esto dista mucho de la realidad ya que el sueño americano no es una realidad para todos. La desigualdad económica y la discriminación racial y de género son obstáculos significativos para la movilidad social en Estados Unidos.
Para mala fortuna de los hispanos, más los que no tienen papeles, la globalización ha llevado a la escasez de empleos y la reducción de salarios para muchas personas. Además, la creciente desigualdad económica ha hecho que sea más difícil para las personas de bajos ingresos alcanzar el éxito y la prosperidad.
Muchas empresas ya no quieren contratar a personas sin estatus legal, y se sobre entiende porque el gobierno federal se ha puesto muy duro. entonces el indocumentado se ha enfrentado aun a mas retos que la gente normal.
Conozco personas que abandonan hasta a sus familias y las dejan en Mexico o en otras partes de latinoamerica y trabajan toda su vida en los trabajos más pesados y desafortunadamente nunca logran cumplir sus metas y objetivos, al contrario pierden valioso tiempo con su familia.
A pesar de estos desafíos, muchos todavía creen que el sueño americano es posible y a la frontera siguen llegando oleadas masivas de migrantes en espera del asilo y poder cumplir sus objetivos económicos del otro lado del charco.
El sueño americano sigue siendo sin duda alguna una realidad para algunos, pero un mito para otros, porque no a todos les va de la misma manera y la vida les sonríe de diferente manera.
