Belly Mujinga, de 47 años, y una de sus compañeras enfermaron de coronavirus pocos días después de que el pasado 22 de marzo un individuo las agrediera en el vestíbulo de una estación de trenes en Londres. El agresor escupió y tosió sobre ellas, manifestándoles que era portador del coronavirus.
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Mujinga y su colega reportaron lo ocurrido a sus superiores y pidieron que las designaran a un lugar de trabajo más seguro, pero su solicitud fue rechazada. Además, la mujer tenía problemas respiratorios y su empleador le dio la baja médica recién después de que el doctor que la atendía le notificara que había enfermado.
El 2 de abril su condición empeoró, por lo que fue hospitalizada y tres días después falleció. «Ella es una de las varias trabajadoras de la primera línea que han perdido la vida por el coronavirus», explicó el secretario general de la Asociación de Transporte. Además hizo un llamado al Gobierno británico a pagar una compensación a las familias de todos los trabajadores de la primera línea muertos debido al covid-19. Hasta ahora, la indemnización se reserva solamente para el personal sanitario.