“Al responder a una llamada de emergencia, nuestros agentes de la ley no les van a pedir por identificación, ni verificar su identidad, ni los van a perfilar”. – Natalie Thompson, jefe de policía del Departamento de Policía de South Haven.
Por Joel Morales
El Informador
SOUTH HAVEN, MI
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Natalie Thompson, la jefe de policía de la ciudad de South Haven, a 45 millas sur de la ciudad de Wyoming, reafirmó su postura y compromiso con los indocumentados viviendo allí, el lunes, 27 de marzo, diciéndole a El Informador que su departamento no está interesado en el estatus legal de los inmigrantes.
Junto con el editor de este medio de comunicación, Luis Molina, entrevistamos a Thompson en las oficinas de la estación de policía sobre las inquietudes de algunos residentes allí, esto debido al impacto sentido por personas indocumentadas después de las recientes órdenes ejecutivas del mandatario de Estados Unidos, Donald Trump.
“Me enteré que varias personas en nuestra comunidad no se sentían seguras de ir a la iglesia o a la tienda para hacer sus compras, por miedo de que la policía los parara o detuviera”, dijo la dirigente del departamento. “Nosotros no somos inmigración y no reportamos a la gente, ese es un asunto federal. Nosotros estamos aquí para proteger a los residentes”, agregó.
La jefe de policía quiso mandar el mensaje que la comunidad inmigrante no tiene nada que temer de la policía de South Haven, porque no va a intentar de verificar el estatus legal de la misma y que el trabajo del departamento policíaco es el de proteger a la comunidad, no de perfilarla, ni demandar información de la cual no tienen ningún derecho a demandar.
“El hacer cumplir las leyes de inmigración no es un asunto local ni estatal”, dijo Thomson. “La ley federal reserva la autoridad de hacer cumplir las leyes de inmigración y la policía del Departamento de Policía de South Haven hace cumplir las leyes municipales y estatales y no tienen la autoridad de investigar, hacer cumplir o pedir cargos por violaciones de inmigración”, agregó.
La jefe de policía quiso asegurarle a los inmigrantes que no tienen que tener miedo al marcar al 9-1-1 cuando estén necesitando ayuda o para reportar un crimen.
“Cuando la policía responda a su llamada, le va hacer preguntas pertenecientes al crimen, como cuál es su nombre, la dirección de su domicilio, qué fueron los artículos robados, el valor de los mismos y si conoce quien es el sospechoso”, dijo la mujer profesional. “Nunca le vamos hacer preguntas sobre su estado legal, o de dónde son o dónde nacieron. La policía solo hará preguntas pertinentes a la razón por la cual llamó para que se pueda investigar su caso”, agregó.
Dijo que, si una persona es detenida manejando sin una licencia de conducir en South Haven, que esa persona será llevada a la estación de policía, donde podrá pagar una fianza de $100 para salir de la cárcel y luego tendrá que presentarse a la corte dentro de unas dos semanas.
También que la única forma que inmigración se va a enterar de que un indocumentado está bajo su custodia, es porque la persona cometió una felonía grave y después de tomar sus huellas digitales y procesarlas por el sistema, sean notificados por el FBI.
“Mi mensaje a la comunidad inmigrante es que no hay que temerle a la policía de South Haven. Quiero asegurarles que nosotros estamos aquí para proteger y servir a todos”, concluyó diciendo Thompson.