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Policía estatal enfrenta asesinato en 2do grado de Samuel Sterling

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Por Joel Morales/KENTWOOD, MI 

Un sargento detective con la policía estatal de Michigan, quien hasta muy reciente había  mantenido una carrera policíaca implacable, podría recibir cadena perpetua al ser hallado culpable de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario en la muerte de Samuel Sterling, de 25 años de edad,  el 17 de abril del presente año.

Ese día la policía perseguía al hombre quien era prófugo de la ley, cerca de la Calle 54 y la avenida Eastern cuando el oficial Brian Keely utilizó su patrulla para intentar detener al hombre, atrapándolo contra una pared del negocio de comida rápida Burger King.


En su primera aparición en la corte, el miércoles 6 de junio, el agente sostenía una cara seria pero confiada, apoyado por unos 75 colegas sentados en la galería de corte de la juez Amanda Sterkenburg, que llevaban playeras azul marino y con letras en la espalda que leían «Apoyen a Keely».


Después que la juez pronunciara los cargos en su contra, a lo que el agente de la ley se declaró no culpable, el abogado de Keely le pidió a Sterkenburg que lo dejara libre e impusiera una fianza de reconocimiento personal (en inglés, PR bond), diciéndole que si el oficial fuera encarcelado, presentaría un obstáculo para poder preparar su caso para el examen preliminar en un par de semanas.


«El (Keely) se entregó a la corte de su propia voluntad, está dispuesto a enfrentar los cargos de los cuales se le acusa y no representaba ninguna amenaza hacia el público», dijo el abogado del acusado.


Sterkenburg estuvo de acuerdo e impuso la fianza del 10% (por ciento) y luego le leyó las condiciones bajo su fianza.


«No podrás salir del estado de Michigan, necesitará actualizar su domicilio con la corte y mantenerlo al corriente, no puede cometer ningún delito y debe presentarse puntualmente a sus comparecencias ante el tribunal», le dijo la magistrada.

 
En ese preciso momento una mujer, que había ocupado un asiento en el lado opuesto de la galería de la corte y junto con la familia de Sterling se levantó y caminó hacia la puerta de entrada del salón de corte y gritó en dirección de la juez, «¡Gran trabajo, genial, increíble!», a lo que la juez le dijo «gracias».  


A la conclusión de la audiencia del oficial Keely, la mujer se veía muy emocionada y llorando en el vestíbulo, donde un funcionario judicial intentaba calmarla.


La juez le dijo al acusado que enfrenta un delito grave en el que se utilizó un vehículo de motor, que presentó un daño real o potencial a personas o propiedad.

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«¿Entiendes esos cargos?», le preguntó el juez a Keely.  «Si», respondió el policía.  Luego le preguntó, «¿Siente que ha tenido el tiempo suficiente para discutir sus derechos con el abogado Curtis?  «Si», de nuevo contestó el agente de la ley.


«¿Entiende sus derechos?», al igual le cuestionó.  «Si», dijo el agente de la ley.
La juez después manifestó que programaría una conferencia de causa probable y una audiencia preliminar, cuyos propósitos serán para que la fiscalía compruebe que se cometieron los delitos graves y que el oficial Keely es el individuo que los cometió.


El abogado de la policía le dijo a la juez que no existe nada en el historial del agente de la ley, de incidentes similares o de excesivo uso de fuerza.


 Sterkenburg luego impuso la fianza de $25,000 mil dólares, de lo que el oficial solo tendrá que pagar $2,500 para permanecer libre durante el proceso judicial.


Si es declarado culpable de asesinato en segundo grado, Keely podría pasar el resto de su vida en prisión. El cargo de homicidio involuntario conlleva una pena de hasta 15 años de prisión.