Por Lee Marvin Abogado de Inmigración
Aunque gran parte del país todavía está enfocado en obtener los resultados oficiales de las elecciones, está bastante claro que el presidente Trump no fue reelegido. Una vez que todo sea oficial, ¿qué podemos esperar del presidente electo Biden? Bueno, al igual que todos los presidentes modernos durante las últimas décadas, Biden ha expresado interés en hacer de la reforma migratoria una prioridad. De igual manera que los demás presidentes, es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Los presidentes representan solo uno de los tres poderes del gobierno necesarios para realizar reformas duraderas en cualquier área de la política pública. Biden deberá trabajar en estrecha colaboración con el Senado y el Congreso en cualquier cambio propuesto a la ley de inmigración. Con la tarea de deshacer los más de 400 cambios realizados por la administración del presidente Trump, llevará tiempo, incluso años, implementar un cambio significativo.
Aunque el enfoque principal de la nueva Administración de Biden estará en la pandemia del COVID-19, hay algunos cambios claves de inmigración que el prometió hacer durante sus primeros 100 días en la casa blanca; restablecer el programa DACA y poner fin a la prohibición de viajar a Estados Unidos desde países musulmanes. Dado que ambos pueden lograrse mediante acciones ejecutivas, es casi seguro que sucedan rápidamente. ¿Qué podemos esperar más allá de estos dos cambios?
Para Biden, una reforma migratoria integral significa modernizar el sistema para dar prioridad a mantener unidas a las familias y brindar un camino hacia la ciudadanía para los casi 11 millones de inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos. También significa hacer crecer nuestra economía y expandir las oportunidades económicas en todo el país mejorando y aumentando las oportunidades de inmigración legal y preservando la directiva de nuestro sistema de inmigración desde hace mucho tiempo para reunir familias y mejorar la diversidad de nuestra nación. Aunque esto suena genial y de hecho es muy prometedor, es un poco incierto. Entonces, ¿qué significa esto realmente?
Además de los dos cambios mencionados anteriormente, Biden ha anunciado sus otras prioridades para la reforma migratoria de la siguiente manera: reformar la inmigración basada en el empleo, reformar la inmigración basada en la familia, reformar la aplicación de la ley de inmigración a través de la oficina de Inmigración y Control de Aduanas (por sus siglas en ingles ICE), la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (por sus siglas en inglés, CBP) y los tribunales de inmigración, restaurar las protecciones para los solicitantes de asilo y refugiados, y evaluar y expandir el programa de TPS.
Los cambios de inmigración basados en el empleo requerirán trabajar de manera efectiva con el Congreso para expandir el número de visas altamente calificadas disponibles y para eliminar los límites de visas basadas en el empleo por país. Biden espera aumentar la cantidad de visas otorgadas para inmigración permanente basada en el empleo y mejorar el sistema actual de visas de trabajo temporal para permitir que los trabajadores en industrias selectas puedan cambiar de trabajo en lugar de estar restringidos al empleo con su patrocinador. Biden también propone crear una nueva categoría de visa que permita a las ciudades y condados solicitar niveles más altos de inmigrantes para apoyar el crecimiento dentro de sus comunidades.
Para las reformas de inmigración basadas en la familia, Biden quiere cambiar la ley para tratar a los cónyuges e hijos solteros de los titulares de la tarjeta verde como «parientes inmediatos» junto con los cónyuges, hijos y padres de ciudadanos estadounidenses. Este cambio liberaría a estas clases de familias de las cuotas numéricas vigentes, lo que limita en gran medida la rapidez con que pueden completar sus procesos. Dando un paso más allá, Biden quiere permitir que cualquier miembro de la familia con una I-130 aprobada ingrese a los EE. UU. Con una visa de no inmigrante mientras espera la fecha de su entrevista.
Nuevamente, esta es una buena idea, pero legalmente impráctica, ya que la mayoría de las personas deben esperar hasta 20 años para obtener una visa para una tarjeta verde y llegar a un acuerdo con el Congreso para crear un nuevo estatus legal que permita a millones de personas de todo el mundo vivir y trabajar en los EE. UU. durante décadas antes de convertirse en residentes legales casi no tiene posibilidades de suceder.
Igualmente, importante para el empleo y la inmigración familiar es hacer reformas al sistema de hacer cumplir las leyes de inmigración a través de ICE, la patrulla fronteriza y el sistema de tribunales de inmigración. Estos temas importantes serán cubiertos en mi próximo artículo, así como otras prioridades incluidas en el plan de reforma migratoria de Biden.
Estos cambios propuestos son muy edificantes y dan esperanza a muchas familias involucradas en el sistema de inmigración, pero siempre es importante tener en cuenta que un cambio como este toma mucho más tiempo de lo que la mayoría de la gente piensa, incluso en los mejores momentos. Con la pandemia de COVID-19 empeorando, la mayoría de estos cambios tardarán años, si es que llegan a suceder.
Mientras tanto, seguimos trabajando dentro del sistema impuesto por la Administración Trump y ese sistema está diseñado para prevenir la inmigración a Estados Unidos. Las denegaciones y deportaciones son en gran medida nuestra realidad y deben tenerse en cuenta cada vez que un inmigrante busca solicitar un beneficio de inmigración.
Lee L. Marvin es un abogado especializado en asuntos de inmigración y casos criminales.
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