Editorial por Héctor Loya
Que tal amigos de El Informador, hoy quisiera tocar un punto que me llenó de tristeza y preocupación, es la necesidad que se encuentran enfrentando algunas familias por estar sin trabajo a causa de la cuarentena que se vive por el coronavirus.
Sinceramente es una situación muy triste porque a través del número personal de Luis Molina, y en los mensajes dirigidos a nuestro portal de Facebook muchas personas nos han compartido su desesperación por encontrar un trabajo para salir de sus problemas.
El principal de sus problemas es la necesidad de llevar comida a sus hogares, y es que sin poder trabajar como van a poder llevar el sustento diario para sus hogares y su familia.
En audios he podido escuchar la voz de hombres desesperados por encontrar un trabajo, a los cuales ya el coronavirus no les importa, y lo único que quieren es conseguir algo que les permita ganar dinero y llevarlo a casa.
Sin duda alguna esta es otra cara de la cuarentena, una cuarentena provocada por un virus que no se va a detener a pensar en lo que necesitan las personas que viven al día.
Sin duda alguna las medidas tomadas por parte del gobierno son buenas, pero no toman en cuenta a todos dependiendo su contexto de vida, claro para los que tienen dinero no va a pasar nada porque no necesitan trabajar para vivir, porque ya la tienen hecha.
Pero ¿qué pasa con todas esas personas que se vieron afectados con el cierre de negocios?, esas pobres personas que se quedaron sin trabajo y sin ingreso alguno, con aquellos que no estaban preparados para la cuarentena, y ni se hable de las personas sin papeles porque a esas es a las que peor les ha ido.
¡Se los dejo de tarea, ayudemos en la medida que podamos a quien lo necesite porque ahora más que nunca son tiempos de solidarización!