Para el actual presidente Donald Trump, una derrota en las elecciones no sería solamente una humillación política.
Según expertos, las diversas investigaciones en torno a los escándalos que han ocurrido durante su administración sugieren, que el presidente puede enfrentar una compleja situación financiera personal, además de procesos penales, si tiene que salir de la Casa Blanca el próximo 20 de enero.
Frente a la posibilidad de una investigación criminal en su contra, lo protege la inmunidad que le brinda su puesto. Los presidentes en ejercicio no pueden ser encarcelados.
Trump enfrenta riesgos financieros, una enorme deuda personal y dificultades con su imperio empresarial.
En los próximos cuatro años Trump tiene que pagar más de 300 millones de dólares en préstamos, en momentos en que algunas de sus inversiones personales no pasan por el mejor momento.
Medios estadounidenses han estado ventilando la posibilidad de que, aparte de cargos federales, Trump también enfrente cargos criminales a nivel local. A diferencia de los cargos federales, los de nivel local no son susceptibles de perdón presidencial.
