El protocolo para una boda debe empezar por la llegada de los invitados y el cortejo nupcial. Primero entra el sacerdote, luego el novio y su mamá, los siguientes son el papá del novio y la mamá de la novia, continúan las parejas de padrinos y por último la novia.
El sacerdote o la figura de autoridad religiosa da la bienvenida y hace las primeras oraciones. De acuerdo con un artículo de bodas, parte de la ceremonia es dictarle a los novios la declaración de matrimonio que efectuarán, en ésta se les pregunta si se casan por voluntad propia.
Es en este punto que los novios deben ser sinceros, tal como le sucedió a un hombre que le dijo al sacerdote que estaba casándose por obligación y no por voluntad propia.
“¿Vienen a contraer matrimonio sin ser obligados, libre y voluntariamente?”, preguntó el padre y el novio contestó que no, por lo que le cuestionó si entonces estaba obligado y contestó que sí.
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Y es que en una parte, le dice que si está obligado a casarse entonces la ceremonia debe suspenderse. “No hay matrimonio si estás obligado”
No obstante y después de bromear, el novio por fin acepta a la novia.
