ecientemente se dio a conocer que el gobierno de Trump vetó a la mayoría de estudiantes internacionales y a todos los estudiantes que entraron en Estados Unidos de forma ilegal de las becas universitarias de emergencia aprobadas por el Congreso dentro del paquete de rescate de $2.2 billones de dólares.
La anterior normativa indicaba que los centros educativos tendrían mucha flexibilidad para distribuir el dinero, pero la nueva regulación indicó que solo los estudiantes que pueden optar a otras ayudas federales de educación pueden recibir la ayuda. Los últimos informes señalan que más de 400,000 estudiantes entraron en el país de forma ilegal y más de un millón de alumnos internacionales están inscritos en universidades estadounidenses.
La secretaria de Educación, Betsy DeVos, introdujo la restricción en las nuevas normas publicadas el martes, que indican a las universidades cómo repartir más de $6,000 millones en becas. Las becas pretenden ayudar a los estudiantes a cubrir gastos imprevistos derivados de la pandemia.
Por su parte algunas universidades de renombre rechazaron los fondos por la nueva regla impuesta por las autoridades. Por ejemplo, la Universidad de Princeton anunció el miércoles que rechazaría los $2.4 millones que le correspondían de la ayuda por el coronavirus debido a esa cláusula. También la Universidad de Harvard reveló que rechazaría $8.7 millones del fondo de ayuda.
Los principales opositores de la medida recalcaron que es injusta porque los mismos estudiantes que son excluidos de las becas fueron contabilizados en la fórmula utilizada para asignar dinero a los centros.
El paquete de rescate no especificaba qué estudiantes podían recibir el dinero y muchas universidades tenían previsto distribuir las becas de emergencia entre estudiantes necesitados, independientemente de su situación migratoria.
