La compra de alimentos se ha vuelto cada vez más cara. Desafortunadamente, no se espera que ir al supermercado sea mucho más barato en 2022.
Lo que está sucediendo: la demanda acumulada, los altos costos de envío, de los fertilizantes y el mal tiempo podrían seguir apuntalando el precio de productos como el maíz, el cacao y el azúcar. Eso podría mantener elevados los precios mundiales de los alimentos, incluso si baja la inflación en otras partes de la economía.
«Esperamos que los precios se mantengan en estos elevados niveles», me dijo Michael Magdovitz, analista de materias primas agrícolas de Rabobank.
El índice de precios de los alimentos de la FAO (agencia de las Naciones Unidas) subió a un máximo de 10 años este año. Las interrupciones de la pandemia, incluida la escasez de mano de obra y la falta de contenedores para las mercancías, aumentaron los costos para los productores justo cuando la demanda aumentó, especialmente en China. El clima extremo, incluidas sequías e inundaciones, empeoró la situación.
Los precios de las materias primas agrícolas aumentaron alrededor de un 28% en el último año, y se ubican alrededor de un 40% por encima de los niveles previos a la pandemia, dijo Rabobank en su informe de fin de año.
Según datos de Refinitiv, los futuros de maíz son aproximadamente un 28% más altos que a principios de año. El trigo subió un 24% y los precios del café se dispararon más del 80%.
Los costos de envío bajaron un poco recientemente. Pero eso puede no ser suficiente para cambiar la situación de manera significativa.
Un problema, dijo Magdovitz, es que antes de la pandemia, los consumidores compraban muchos productos agrícolas cuando los necesitaban. Luego llegó el covid-19 y los compradores lamentaron no haber acumulado sus existencias, especialmente a medida que la demanda se disparó. Si los precios bajan ahora, muchos se apresurarán a reconstruir los inventarios.
«Si hay una gran ruptura en el mercado, que no vemos, necesariamente, en muchos de estos productos básicos, los consumidores la tomarán con ambas manos», dijo Magdovitz. «Eso limitará la capacidad de caída de los precios».
Cuando se trata de agricultura, los productores no pueden simplemente aumentar rápidamente la oferta. Es difícil aumentar rápidamente la tierra cultivable o mejorar drásticamente los rendimientos.
