Editorial por Luis Molina
Esta semana ocurrió sin duda alguna una terrible tragedia, en la cual al menos 40 inmigrantes perdieron la vida a causa de un incendio en un centro de albergue en Ciudad Juárez donde se vio claramente dos cosas, la primera el drama y la desesperación que viven los migrantes en las zonas fronterizas y como pasan y pasan los meses sin una respuesta clara y por otra la ineptitud tanto del gobierno mexicano como el americano al no poder resolver estos problemas de manera pronta y oportuna.
Desde hace mucho que los migrantes, son un serio problema de invasión para México, rompen sus fronteras, recorren el territorio sin permiso y entre muchas otras cosas llenan sus calles y centros de albergue, en esta semana cuando ellos vieron que podrían ser deportados a sus países de origen y bajo la desesperación quemaron colchones, pero sin saber que esto les provocaría la muerte.
Ahora hay evidencias en video de que los guardias del albergue donde estaban los migrantes no hicieron nada, al contrario, pudiendo abrir las puertas los dejaron encerrados para que estos murieran.
Sin duda las autoridades no están listas para controlar estás situaciones, tampoco el gobierno de Estados Unidos puede con tanta demanda ya que el número de migrantes es exagerado y las solicitudes de asilo demoran mucho dejando una sería carga en manos del país vecino quien tiene que lidiar con este tipo de problemas.
Sin duda alguna está es una tragedia que debe hacernos reflexionar en la calidad de vida que tienen los migrantes ya que salen de sus países de origen a buscar el sueño americano y terminan perdiendo la vida a causa de irregularidades y mal manejo de políticas migratorias.
Por esta y muchas razones más urge una reforma migratoria que sirva y garantice la seguridad de quien emigra por necesidad.
