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Por: Roger Rivero
a Ford Ranger es la última adición al segmento de las camionetas medianas. Introducido el pasado año luego de una larga expectación, entra al mercado norteamericano luego de haber morado por buen tiempo en la región Asia-Pacifico como la Ford Ranger T6, exactamente desde el 2011. Diseñada por Ford Australia, esta camioneta no es ajena a las carreteras Latinoamericanas. Finalmente le otorgan su “green card” o tarjeta de residencia, y con leves cambios (quizás muy pocos) se ha introducido al mercado en Estados Unidos y Canadá.
Desde afuera
La Ford Ranger no comparte prácticamente nada de su lenguaje de diseño con las camionetas Ford F-150 más grandes. En lugar de toscos bordes cuadrados y faros en forma de C, el diseño Ranger es redondeado y suave. De estilo inofensivo, la Ranger es atractiva pero no llamativa. Varias opciones de ruedas, rejillas, molduras y pintura ayudan a los compradores a agregar carácter al camión. Por ejemplo, hay opciones de Chrome, apariencia STX, apariencia deportiva y apariencia negra que alteran la figura de la camioneta.
El estilo puede que sea poco emocionante, pero Ford logró las proporciones adecuadas para esta camioneta.
Por dentro
El mayor problema del Ranger es su interior, plagado de plásticos baratos en los paneles de las puertas, el tablero y la consola central. El resto del segmento tampoco es un buen ejemplo, pero los materiales de esta Ford todavía se sienten por debajo de la barra establecida por competidores como la Chevrolet Colorado o la Toyota Tacoma. En su conjunto, el diseño interior no evidencia un auto introducido al mercado en el 2019. El propio origen de su concepción quizás juegue un papel. Los asientos delanteros son cómodos y el espacio en los traseros es similar al de otros en la competencia. Quizás sea la configuración de mi cuerpo, pero en toda una semana con la Ranger no encontré una posición de manejo plenamente cómoda. Presentado en términos simples, en el terminado superior Lariat de nuestra camioneta de prueba, el interior no justifica un precio superior a los $40,000 dólares.
Equipamiento y seguridad
La Ranger 2019 viene de serie con la versión base del sistema de info-entretenimiento SYNC de Ford, que tiene una pequeña pantalla de 4.2 pulgadas. Esta es una de nuestras interfases preferidas. También hay algunas comodidades estándar poco comunes en camionetas de nivel básico, como un punto de acceso Wi-Fi, sin embargo, características simples como cerraduras eléctricas y control de crucero están notablemente ausentes en los acabados más baratos.
De serie esta camioneta incluye una cámara retrovisora y un sistema de pre-colisión con advertencia de colisión frontal y frenado automático de emergencia. También incluye el sistema MyKey de Ford, que le permite establecer el volumen de audio y los límites de velocidad para los conductores más jóvenes.
Las características avanzadas de seguridad y asistencia al conductor opcionales incluyen sensores de estacionamiento delanteros y traseros, luces altas automáticas, control de crucero adaptativo, monitoreo de atención del conductor, monitoreo de punto ciego, alerta de tráfico cruzado trasero, advertencia de salida de carril y asistencia de mantenimiento de carril.
En la carretera
Hay una sola opción de motor y transmisión en la Ranger. Es un cuatro cilindros turbo cargado de 2.3 litros que produce 270 caballos de fuerza y 310 libras de torque acoplado a una trasmisión automática de 10 velocidades. Esos son números generosos y superiores a casi la mayoría de las opciones de motor de sus rivales. El abundante torque es el punto culminante de este tren motriz. La aceleración es presurosa y no detectamos escasez de potencia en ninguna circunstancia, incluso cuando un empujón fue necesario viajando a velocidad crucero en la autopista.
Dependiendo de la configuración, la nueva Ranger puede transportar hasta 1,860 libras de carga útil y remolcar hasta 7,500 libras, lo que lo coloca de forma aventajada sobre casi toda su competencia.
La transmisión automática de 10 velocidades es refinada y suave, con frecuencia cambia suavemente, pero no siempre. La transmisión parece disminuir con brusquedad en algunas ocasiones al frenar, pero esa es una pequeña debilidad de un tren motriz que de forma general es bastante placentero.
El manejo es simplemente promedio para la clase. Detrás del volante, la Ranger se conduce como lo que es: un camión. La sólida configuración del eje trasero significa que el paseo no es totalmente suave, pero tampoco es incómodo. La dirección está bien ponderada, pero generalmente es vaga en términos de retroalimentación, y los frenos se sienten fuertes. La Ranger ciertamente está a la par con otras camionetas medianas en términos de conducción y manejo.
En la gasolinera
La Ranger 2019 obtiene 21 mpg (millas por galón) en la ciudad y 26 mpg en la carretera con tracción trasera estándar, que vienen siendo 11.2 litros por cada 100 km en ciudad o 9.05 litros en carretera. Esos se encuentran entre los números más altos de la clase, sin embargo, esperábamos algo mejor tomando en cuenta la transmisión de 10 velocidades. La Ranger con tracción en las cuatro ruedas pierde algo en economía, pero sigue manteniendo números excelentes en su clase.
Para escoger
La Ford Ranger 2020 viene en tres niveles de equipamiento: XL, XLT y Lariat. Todos con la misma configuración de tren motor que ya mencionamos. Está disponible con una cabina corta SuperCab para cuatro personas y una cama de 6 pies o una cabina SuperCrew extendida para cinco personas y una cama de 5 pies. Hay varios paquetes de apariencia disponibles, así como dos adicionales para el trabajo pesado. Uno mejora la cama de la camioneta y otro la perfecciona para el remolque. Adicionar tracción total no es barato, Ford le cargara $4,000 dólares adicionales por esta opción. La cabina se puede agrandar a la opción SuperCrew por $2,200.
Un modelo base de Ford Ranger como la XL le costará $24,300. En el medio queda la XLT por $27,940 mientras que el tope de gama una Lariat como la de nuestra prueba comienza en los $31,390.
Si decide que una Ranger está en su camino, la XLT es sin duda el punto ideal entre el XL escasamente equipada y la costosa Lariat.
El vecindario
La Toyota Tacoma, Chevrolet Colorado y su prima la GMC Canyon, Honda Ridgeline o la Nissan Frontier le hacen compañía. A la lista se agrega la nueva Jeep Gladiator. La Tacoma puede que sea la propuesta más completa, pero la Ranger le aventaja en capacidad de carga y remolque. Si el manejo es su prioridad una Ridgeline debe ser considerada.
Concluyendo
La cama pequeña de la Ranger puede ser útil para proyectos de fin de semana, y ofrece una alternativa interesante a las camionetas de tamaño completo más difíciles de maniobrar. Sin embargo, algunos modelos de Ford F-150 modestamente equipados, puede conseguirse con incentivos y descuentos en un rango de precio muy cercano o igual al de una Ranger bien equipada.
Roger Rivero es un periodista independiente, miembro de NAHJ, la Asociación nacional de periodistas Hispanos y de NWAPA, la Asociación de periodistas automovilísticos del noroeste. Los vehículos son proporcionados por los fabricantes como préstamo por una semana para fines de la reseña. De ninguna manera los fabricantes controlan el contenido de los comentarios.