Editorial por Luis Molina
Es muy triste y doloroso tener que reconocer que la violencia se ha apoderado de nuestra ciudad Grand Rapids, y que las acciones de nuestras autoridades no son suficientes para combatir al crimen.
Si bien el trabajo del Departamento de Policía de Grand Rapids ha sido bueno, resulta insuficiente en el sentido de que no pueden estar en todo momento y toda hora en los diferentes puntos de la ciudad.
El jefe de policía Eric Payne ya lo había dicho, que requiere de nuestro apoyo, de nuestro compromiso por hacer las cosas bien, primeramente en el sentido de evitar los actos violentos y en segunda medida denunciar a quien comete un crimen.
Lamentablemente día con día crece la violencia y lo peor de todo es que muchos de estos actos quedan impunes, ya que la policía levanta el expediente llena la carpeta y muchas veces de ahí no pasa.
Las calles están llenas de personas armadas que ya no se tientan el corazón por dispararle a otro individuo, a su vez también existen caso de personas que han herido con arma blanca, se han metido a casas a robar, han asaltado a sujetos en vía pública y se han robado automóviles.
Da tristeza que una ciudad tan bonita se esté manchando por la violencia y que nadie, absolutamente nadie haga algo al respecto.
Esa no es la forma correcta de vivir, de tener que vivir con miedo de que vayas por la calle y te toque una bala perdida, a ti o a uno de tus seres queridos, o simplemente que te despojen de tus pertenencias o se metan a tu casa a robar.
Esto para nada es justo y da vergüenza que la fuerza pública se esté viendo rebasada por actos de vandalismo y delincuencia. ¡Es momento de recuperar nuestra ciudad!
