Editorial por Héctor Loya
Una de las noticias favorables que tuvimos en la semana, después de escuchar solo contagios y más contagios, es que la región de Grand Rapids ha salido de la categoría de “Alto Riesgo” gracias a la disminución de contagio luego de permanecer durante algunas semanas entre lo más alto.
Sin embargo el que el semáforo haya dejado de estar en rojo y hayamos pasado al naranja no significa que vamos a poder andar como si nada pasara, en la calle, aglomerándonos, haciendo fiestas y siguiendo nuestra vida normal.
Al contrario si ya logramos como comunidad unida este gran paso y debemos seguir aportando más para después pasar a un semáforo amarillo y por fin el tan ansiado verde.
Este es un muy buen logro sin embargo y lamentablemente no ha sido gracias al compromiso de todos, aún faltan más fuerzas por unirse, que todos, absolutamente todos usemos el cubrebocas, que respetemos el distanciamiento social, que no salgamos a fiestas, o hagamos reuniones numerosas y sobre todo que tengamos higiene.
Si todos hacemos las cosas tal y como se deben de hacer podremos lograr aún mucho más, porque, para que conformarnos con el naranja cuando podríamos tener el verde.
Esperemos que como comunidad aprendamos de los errores y que ya no se cometan las mismas fallas porque cuando levantaron las restricciones todos pensamos que el peligro se había acabado y gracias a eso el número de contagios nunca ha dejado de crecer.
Ya habían abierto bares de interior y de nuevo se tuvieron que cerrar, ya se habían permitido reuniones de más de 10 personas y ya no se puede, todo esto a causa y consecuencia de nosotros mismos. ¿Para qué queremos que cierren más negocios o trabajos, para generar la quiebra y más necesidad?
Grand Rapids necesita ahora más que nunca de nuestra unidad y nuestra fuerza, unámonos en tiempos difíciles.
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