Opinión Cada Editorial El Informador
Es notoria una situación muy lamentable en las calles de Grand Rapids, Wyoming, Kentwood y demás ciudades del condado de Kent y el Oeste de Michigan, que ya no existe un respeto y educación vial ni por parte del peatón, ni por parte del conductor.
Al decir que ya no hay respeto es porque cada vez es más común que tanto el peatón como el conductor infrinjan las normas de tránsito reiteradas y repetidas ocasiones.
Por un lado tenemos al peatón que de manera irresponsable cruza por las calles sin fijarse si va un automóvil en marcha, es más a veces se sienten de hule y pasan retando al automóvil quien sabe que se tiene que parar para no arrollarlo, lo peor de todo es que pasan por lugares no designados.
En la mayoría de las veces el conductor frena para evitar este percance, pero ¿Qué pasa cuando no puede?, simplemente lo arrolla y termina hiriéndolo gravemente o incluso matándolo porque no pudo frenar cuando este se atravesó sin previo aviso y sin un señalamiento alguno. Esto sinceramente es una imprudencia de quien por ahorrarse unos cuantos pasos termina perdiendo la vida.
Por otro lado tenemos a los conductores irresponsables, no todos especifico, a los cuales o no les gusta o no quieren obedecer los señalamientos y se pasan a toda velocidad los cruces de peatones. Si a esta situación le agregamos aquellos que manejan bajo la influencia del alcohol o de una sustancia adictiva, los accidentes suceden a la vuelta de la esquina.
Las normas de tránsito son sumamente claras tanto para peatones como para conductores y la obligación de todos es obedecerlas, miren que las cosas se pondrán peores conforme venga el invierno, así que a cuidarse y cuidar a los demás para no morir atropellados o tener el cargo de conciencia de haber arrollado a alguien, o peor terminar en la cárcel solo por no tener precaución.
