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Dice mi mamá que siempre no

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Opinión casa editorial:

Alrededor de tres horas, El Informador estuvo presente escuchando decenas de comentarios de las diferentes comunidades y grupos ante el concilio de la ciudad de Lansing, donde cada quien expresó sus comentarios, unos a favor y otros en contra, de los inmigrantes.

Esta convocatoria a la comunidad y medios de comunicación el 12 de abril por parte del concilio de la ciudad de Lansing, fue porque según ellos, recibieron una carta de la cámara de comercio de Lansing donde el director de dicha cámara expresaba su preocupación de que Lansing fuera una ciudad santuario y que eso llevaría a la ciudad a perder mucho negocio.

Como medio de comunicación creemos y no estamos de acuerdo en el argumento de la cámara puesto que es todo lo contrario. El que Lansing se hubiera quedado como una ciudad santuario les da más tranquilidad y seguridad a los inmigrantes, entre ellos personas empresarias y dueños de negocios, y estamos seguros que eso contribuye a la economía y el desarrollo de los negocios.

En la temporada de verano mucha gente viaja de otros estados, y esa gente inmigrante son un baluarte para el crecimiento de la economía puesto que ellos consumen y gastan dinero en esos negocios. Al ellos no tener esa seguridad, puede ser que vengan o no, más a este estado o los que ya son residentes en él, no gasten como antes lo hacían y eso sí es perder dinero.

La ciudad de chicago, en el barrio conocido como la Villita, deja una gran derrama de millones de dólares al año y el 99% de los negocios son de latinos, y en su mayoría son pequeños. Eso nos deja ver que es un gran error pensar que los inmigrantes son un riesgo, sino todo lo contario, son un baluarte para el desarrollo y crecimiento de la comunidad.

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El que el concilio tomó la decisión de revocar el que Lansing sea una ciudad santuario que protege a los inmigrantes ante inmigración, solo nos deja ver que son unos incompetentes y se dejan manipular por el dinero, y como dice el dicho, con dinero baila el perro y en esta ocasión, sí que bailó.

Aquellos negocios latinos que ya son miembros de la cámara de comercio americana en Lansing, lo mejor que pueden hacer es cancelar de inmediato su membrecía y expresarle a la cámara la razón por la que lo están haciendo, y los que no lo son, por ninguna razón hacerse miembros de dicha cámara.