Una mujer residente de Buenos Aires, Argentina de nombre Pía, se encontraba en un día casual en su vida, dando un paseo por la ciudad cuando observó a un perrito enfermo, abandonado y cubierto de llagas por todo su cuerpo debajo de un puente. El pequeño can solamente parecía solamente estar esperando la muerte como descanso de tanto dolor.
Pía observo el sufrimiento en sus ojos y supo que tenía que hacer algo al respecto.
Se miraba tan débil y dolido que parecía difícil que sobreviviera hasta la noche fue entonces que Pía sin pensarlo dos veces tomó al perrito y corrió por ayuda, cuando llego con el veterinario, ¡MALAS NOTICIAS! Debido a que había sufrido terriblemente no respondía a ningún tratamiento.
Pía no se daría por vencida tan fácil durante las próximas 48 horas se quedó a su lado para ayudar a que comiera, bebiera y se mantuviera con vida. La esperanza y tenacidad de Pía finalmente rindió frutos. Como si fuera un milagro, al día siguiente de navidad el perrito volvió a la vida y comenzó a comer.
Ella misma decidió en ese momento llamarlo Hércules, debido a que era un ser fuerte que no se dio por vencido acto seguido decidió adoptarlo. Diez días después Hércules comenzó a tener pelo de nuevo y a enamorarse de su nueva familia.
Finalmente el amor rindió frutos y este es Hércules hoy en día junto a Pía, esperamos que esta historia de vida inspire a otras personas a ayudar. Puede que no se cambie al mundo con ayudar a un perrito, pero definitivamente si cambias el mundo de ese perrito.
