San Antonio (EE.UU.), 25 jul (ELINFORMADORUSA/EFE).-
El exagente de la policía escolar de Uvalde Adrián Gonzáles se declaró este jueves no culpable de los cargos que enfrenta tras la respuesta a la masacre ocurrida en la escuela primaria Robb de esa ciudad tejana (EEUU), que se saldó con el asesinato de 19 menores y dos profesoras.
Gonzales está acusado de 29 cargos de negligencia por abandonar su puesto y poner en peligro a un niño durante la masacre ocurrida el 24 de mayo de 2022.
El exagente fue acusado en junio pasado, junto con el exjefe de la Policía Escolar de Uvalde Pete Arredondo, después que un gran jurado de Texas considerara que debían ser juzgados.
Los dos policías escolares son los primeros en enfrentar cargos por la deficiente respuesta al tiroteo perpetrado por Salvador Ramos, de 18 años, a quien trataron como un «sujeto atrincherado».
El Departamento de Justicia de EE.UU. publicó en enero pasado un informe que encontró que la «falta de urgencia» de los agentes policiales que respondieron al tiroteo condujo a «fallas en cascada» que derivaron en la masacre.
La investigación federal identificó una amplia variedad de problemas, incluyendo falta de preparación y liderazgo, así como comunicaciones deficientes entre los agentes.
Los oficiales trataron la situación de manera errónea, como si se tratara de un sospechoso atrincherado, incluso cuando los niños y maestros pidieron ayuda por teléfono a la Policía, detalla el documento.
El informe hizo eco de las conclusiones de la investigación hecha por la Cámara de Representantes de Texas, que en 2022 encontró «fallas sistémicas» entre las agencias policiales y los protocolos de seguridad escolar, situación que llevó a que se tardara 77 minutos detener a Ramos.
Al menos 376 agentes de diferentes agencias de ley respondieron a la escena, entre ellos unos 100 del Departamento de Seguridad Pública de Texas.
Gonzales tendrá que presentarse nuevamente en la corte el próximo 16 de septiembre.
Familiares de las víctimas que estuvieron fuera de la corte este jueves lamentaron en declaraciones a la televisora local KSTA que llevan esperado más de dos años para que se haga justicia por la muerte de sus pequeños.
