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Tropezando con la misma piedra una y otra vez

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Dice una frase célebre que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Es más, creo que aún se queda corto, pues más que dos veces, el ser humano es capaz de tropezar tantas veces como a su propia imprudencia le permita.

Al decir esto es porque observamos como en muchas partes del mundo se amontona la gente, unos sin cubrebocas, otros sin distanciamiento social y otros simplemente desobedeciendo las reglas, y es que bien se dice, quien no conoce su historia está condenado a repetirla.

Y no hablo de quienes trabajan o salen a hacer pagos prioritarios o pendientes urgentes, hablo de quienes vuelven a salir de compras a amontonarse los unos con los otros, al ocio; a cenar y a comer a todas partes, de quienes vuelven a hacer reuniones masivas o empiezan con sus posadas que se acercan cada vez más en estas fechas decembrinas.

A este ritmo, seguirá siendo un ciclo interminable, un círculo vicioso. A este paso, el 2021 no será muy diferente del 2020 y volverán los rebrotes, se llenarán las redes de publicaciones con moños negros, se inundarán los centros de salud de enfermos de COVID-19, colapsaran los hospitales otra vez. Si sigue la imprudencia, más negocios cerrarán y más gente protestará en manifestaciones para reabrir sus locales, nunca terminará el meollo del asunto.

Todos nos hemos equivocado pero sigue estando en nosotros terminar esto de una buena vez. Cuidémonos los unos a los otros.

Posdata que quede claro que no decimos que no salga la gente que tiene que exponerse a chambear, ojo ahí. Claro que no todos andan afuera por gusto. En efecto, muchas personas deben haber salir por cuestiones laborales o cualesquiera que los pusiera en esa situación. Este escrito va enfocado en quienes salen por mero placer, por mero gusto, que van a amontonarse a pasear, a ver qué ven, a dar el “rol” o incluso de compras innecesarias. Más que criticar o juzgar a alguien, es un mensaje de conciencia.

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