Por Joel Morales/WYOMING, MI
A la muy reconocida abogada y empresaria Elizabeth Rosario, propietaria de Rosario Law Group, PLC, ubicado en el 545 de la Calle 28 SW en Wyoming no le gusta ser el centro de atención ni tomar el mérito por algo bien hecho, pero la verdad del asunto es que: «Hay que dar crédito a quien lo merece».
El pasado sábado 9 de diciembre, la dueña de negocio por tercer año repartió unos 520 regalos a los niños del área, la mayoría de ellos hispanos, durante una actividad que se llevó a cabo en el restaurante El Río, cuyo propietario resulta ser su marido Andy Rosario, al igual dueño de Maya Mexican Grill & Bar de Rogers Plaza.
Rosario, en entrevista exclusiva con El Informador al comienzo del evento, resaltó que es una manera de regresar algo a la comunidad y a la gente que los apoya y frecuenta la oficina de leyes.
«A mí siempre me ha gustado la época navideña, creo es importante y no tanto por los regalos sino por compartir. Los niños se emocionan, a mí, mi familia, mi mamá y mi papá, siempre pues los regalos, se emocionaba uno cuando le regalan en Navidad», manifestó la empresaria mexicana-americana. «Sabemos que, a veces, especialmente ahora con tantas familias inmigrantes llegando al estado con tres o cuatro niños y un presupuesto reducido para regalar, no es fácil y podemos ayudar para que no se sientan presionados y los niños reciban sus regalos», agregó.
Dijo tener muy bonitos recuerdos de cuando sus padres le daban regalos en su niñez, y que siempre recibía todo lo que pedía.
«Es bonito brindar una sonrisa a otra persona, a otro ser humano y el poder regresar a la comunidad», comentó Rosario. «Soy bendecida y si en algún momento puedo bendecir a alguien más, lo voy hacer», también dijo.
El evento se realizó entre las 9 y 11 de la mañana, pero para las 7 am y antes que saliera la luz del día, las familias hispanas juntamente con sus hijos se encontraban en fila afuera del restaurante que sirve platillos auténticos mexicanos y peruanos, que para las 8:40 am había crecido y daba vuelta alrededor y por detrás del lugar de comida.
César López, residente de Grand Rapids y oriundo de Retalhuleu, Guatemala, fue acompañado de su esposa Mariela y sus tres hijas, Mallory, de 4 años de edad, Allinson, de 6 y Zully de 14, soportando la lluvia que cayó esa mañana y en espera de poder recibir algo para obsequiarle a sus seres queridos.
También entre las más de 1,200 personas que llegaron al mágico encuentro, donde se sentía el amor y la alegría y en donde abundan las sonrisas, nos encontramos a María Fonseca, de Grand Rapids y originaria de Michoacán, México en fila con su hija Flor, de 5 años, quien sostenía un peluche «Care Bear» y un sobrino de 1 año de edad.
Maximina González-Mujica, de Veracruz, México, dijo que se enteró de los regalos para los niños en la página de Facebook de El Informador y se dijo, «Yo voy a asistir y mi hijo dijo, yo también voy a ir, y nos despertamos muy temprano para poder llegar», dijo la mexicana.
Al igual, conocimos a un hombre de raíces guatemaltecas, quien nos dijo que viene de un lugar en Guatemala que colinda con México dijo que cuando todavía vivía ahí, a media noche subía hasta la cima del volcán (Tacana) con sus familiares y que, en la obscuridad de la noche, solo se podía ver alrededor las luces de ambos países.
«Observábamos las luces y los brillos que a veces ya no dábamos en qué lado estábamos», dijo el hombre guatemalteco. «Para pasarle a mis hijos las tradiciones navideñas de mi tierra, participaos en la iglesia y en las cruzadas como lo hacen en Guatemala», agregó.
Durante el evento, la abogada y su esposo también repartían contenedores con huevos revueltos con cubitos de papa, salchichas y jugos de manzana.
Rosario dijo estar muy contenta con los resultados del evento, del respaldo que recibió de todos sus empleados como de los voluntarios que hicieron de la actividad todo un éxito.
